everything he wants. (zalex)

ii. now my baby's dancing...

A Alex le ponía de los nervios bailar en público. Desde que podía recordarse a sí mismo cayendo de culo, luego de enredarse con sus propios pies, cuando intentó hacerse el gracioso frente a su clase a los siete años. Sumado al trauma, la actividad no se le daba especialmente bien. La ecuación resultaba en (obvio) desastre y, de alguna forma, había terminado con su mano en la cintura de una Jess vestida de gala.

Mientras bailaban.

Él, en su propio traje de gala (que había elegido cuidadoso para no lucir como sacado de una capilla a mitad de una boda), intentaba verse lo más natural posible para darle seguridad a su novia, aunque tuviese menos ritmo que Clay, le doliera cada una de las pisadas y sus movimientos desentonaran de forma lamentable en contraste con la canción energética que sonaba por los parlantes del sitio. Qué jodidamente ruidosos eran los bailes de graduación.

(Cuánto odiaba que lo observaran tanto. Quería irse ya).

La mueca de su cara debió ser lo suficientemente transparente en relación a su opinión sobre la velada y la música exagerada (y lo inútil que se sentía al no poder seguir el maldito beat), porque Jessica se inclinó para besarle y, si bien aquello le calmó e inspiró para seguir al menos hasta el final de la horrorosa canción, Alex no supo realmente cómo abandonar la incomodidad de tener que obligar a su pareja a seguirle el paso.

Cuando enfocó la mirada por encima del hombro de Jessica, halló ojos conocidos y hombros anchos en una postura casi derrotada. Zach Dempsey derramado sobre un sillón puesto estratégicamente junto a las bebidas y los aperitivos, para personas como Justin Foley o el deportista, al parecer. Este le concede el vistazo unos segundos y se lleva un vaso de plástico a los labios para romper el contacto visual, o eso cree él con justa razón y orgullo herido, luego de ser ignorado (casi) todo el día.

Recuerda a Dempsey tomándole las manos para dirigirlas hasta su cintura, sorprendiéndolo, y después reposando las propias sobre sus hombros, que están inicialmente rígidos pero se relajan con la amabilidad del toque. Lo recuerda, también, empezando una danza suave desde la nada misma, enseñándole cómo moverse y cómo inclinarse y cómo no hacerlo. No hay ruido rebotando en sus oídos además de la voz de Zach recitando ciertas palabras (que no permanecen grabadas en su memoria) y el sonido del juego en pausa que fue abandonado segundos antes. No hay ojos acusadores de fondo señalando sus fallas o la inflexibilidad de sus movimientos tímidos. No hay vergüenza como al principio, cuando estuvo reticente a la idea.

Pero sí hay intimidad (más de la que siente ahora, con Jessica entre sus brazos), confianza, se siente cómodo. Un suspiro tranquilo escapando de sus labios y la sonrisa orgullosa de Dempsey indicándole, luego de unos minutos, que ha comenzado a hacerlo bien.

La canción cambia y Alex vuelve a tener problemas adaptándose al ritmo. (Quizá es eso. Quizá es todo sobre el ritmo. El de Zach y lo bien que se acopla al suyo. Lo bien que puede seguirlo. Lo bien que se siente haciéndolo). Agradece a no-sabe-qué-Dios cuando Jess le avisa que irá al baño.

Se acerca lo más veloz que le permite la jodida muleta hacia su chófer personal - como agendó en el celular a su amigo ambulatorio.

El mismo recuerdo de antes está suspendido en su retina.

Zach sonríe cuando lo ve acercándose, aunque no sabe qué tan sicero es el gesto tomando en cuenta la dureza de sus demás facciones. Una idea (un «plan») sobradamente tentadora atraviesa su sanidad en aquel momento. Duda –mierda, mierda, mierda; duda mucho– y termina convenciéndose. Vuelve a agradecer al mismo Dios de antes (o tal vez es uno diferente, no es muy adepto religioso) porque Justin Foley haya desaparecido del lugar; Alex no quiere testigos de primera mano si va a hacer lo que va a hacer.

Cuando se acerca lo suficiente a él, despega la mano del instrumento de soporte con la inicial intención de extenderla, balanceándose peligrosamente hacia adelante. Zach se levanta de inmediato cuando previene que el otro caerá, buscando atraparle e impidiendo un accidente.

Alex piensa algo como «Bingo», pero no demasiado efusivo, la naturaleza del plan apresurado que ha maquinado, a la velocidad de un trayecto desde el centro del lugar hasta el sillón apartado, no le convence aún.

Incluso antes de que Zach note que todo ha sido una excelente actuación, nota que Alex lo tiene fuertemente afirmado por la cintura.

–Bailemos –es lo único que dice. Y Zach sabe que es lo único que dirá, porque tiene la cabeza medio escondida en su pecho. Dempsey está algo aliviado de que no vea cómo se le rompe el rostro en una sonrisa, mientras posa las manos donde deben ir, en una acción conocida.

Y Jessica no está y Justin tampoco y el cerebro de Alex hace conexiones (y crea teorías); pero cuando mueve los pies no lo hace al ritmo de la canción de fondo, porque simplemente no oye nada además de la respiración pausada de Dempsey y las instrucciones que salen de su boca, de tonalidad dulce. Y se concentra en seguirlo a él, porque lo guía confortablemente. Las miradas ajenas, ahora curiosas, reducidas a un simple tumulto de sombras difíciles de atender. Su plan: un éxito.

(Tan íntimo).

La verdad es que Alex a veces disfruta de bailar, a un cierto ritmo y junto a cierta persona, incluso si se le da espantoso y es un enredo de pies.

•   •   •   •   •

¡hola! creo que me he pasado de cursi con este drabble, pero pienso que en sí el tono de la escena donde zach le enseña a bailar a alex es bastante romántico. también es una de mis favoritas de estos dos y me gusta imaginar que esto sí sucedió jaja llora

bueno, los drabbles no tienen continuidad pero sí están dentro del mismo universo. si tuviese que ubicar el primer y el segundo drabble en una línea de tiempo, este iría antes.

aquí quise retratar la confianza y comodidad que alex logra junto a zach. también me hubiese gustado ahondar más en los pensamientos de zach; de hecho, originalmente, en mi cabeza, era así (por eso el título del capítulo), pero terminé centrándome más en alex. así que pensé en escribir otro drabble de la misma situación, esta vez centrado en zach (para que mis títulos hagan sentido de una jodida vez).

en fin, gracias por los votos y leídos del drabble anterior, ¡los aprecio muchísimo! hearteu

pd: mi headcanon es que alex tenía dos pies izquierdos incluso desde antes.