capitulo 1 : por unos malditos patos

25 1 0
                                    

P.O.V LELE

Era invierno, hacia puto frío y nos estábamos empezando a desesperar. Nos acabábamos de mudar a Londres y maldecimos al hombre del tiempo por habernos mentido de una forma tan descarada durante todos estos años. Hoy, se suponía que iba a ser un buen día. Y lo era. Hasta que a un gilipollas se le ocurrió la brillante idea de darnos plantón. Bueno, no sabemos su género... ya sabéis, lo típico de reservar las cosas online, no saber que persona te recoge y que al final esa persona no te recoja. Vamos, cosas normales que pasan en la vida.

-Bueno, ¿que hacemos?- preguntó Aru aburrida.

-¿Y yo que sé? Cualquier cosa excepto esperar a que ese hombre a que venga, porqué juro que como gaste un segundo más en ese señor me pego un tiro.

-O señora... Pufff, ¿Qué tal dar un paseo? - sugirió Altea, oseaaaaaa, Aru.

-Buah, y ¿a donde? Estamos en mitad de la condenada nada. Literalmente.-se notaba que no estaba... en mi mejor momento.

-Isabelle, me importa una mierda que te haya bajado la regla pero no la pagues conmigo. Podemos salir de la estación y pulular por donde sea, tampoco es que sea la primera vez que hemos ido a Londres...

-Primero, la regla no me toca hasta dentro de una semana, y lo sabes. Segundo, vale, lo siento, es solo que los viajes me ponen de mal humor. Y los aviones. Y los aeropuertos. Perdón. ¿A dónde sugieres que vayamos?

-Se que me quieres <3 podemos ir...-sacó su móvil para buscar algo, estuvo un tiempo deslizando la pantalla y haciendo no se qué cosas más- podemos ir a una biblioteca que esta cerca...

-¿He oído biblioteca? ¡Vayamos! ¿Qué hacemos aquí paradas como imbéciles aun?-respondí, entusiastamente. Siempre me encantaron las bibliotecas, tan silenciosas, con calefacción, aire acondicionado y wifi gratis. Un paraíso en toda regla.

Agarré la mano de Aru y la arrastré a lo que yo pensaba que era la salida. Palabra clave: pensaba. Al instante Aru se paró en seco, me agarró de la mano más fuerte y me arrastró en dirección contraria, rumbo a la biblioteca.

-Es por esta dirección, lele.-me sonreía mientras nos tomábamos de la mano- Sabía que se te daba mal orientarte, pero no tanto como para no saber por donde se sale.- dijo bromeando y sacándome la lengua.

Arrastrábamos nuestras maletas por el suelo mientras andábamos por las calles de Londres, con Aru como guía.

-Si ya sabes que me oriento peor que Ariel Martínez justo después de haberse bajado del autobús llegando de una excursión tras haber vomitado 3 veces.

-Demasiada información. -Aru respondió un poco (puede que bastante, debido a la imagen mental) asqueada.

-Es cierto.-me encogí de hombros. Ariel Martínez y yo... no tuvimos buenas experiencias. Cosas que no merece la pena contar. El caso, tras eso, seguimos caminando y acabamos llegando a la biblioteca.

Nos flipamos al ver tantos libros. Historia, misterio, fantasia, romance... parecía haber de todo. Estuvimos allí por horas, perdiendo la noción del tiempo. Tan solo nos dimos cuenta del tiempo que había pasado cuando la bibliotecaria nos pidió amablemente (si consideramos amablemente el ladrarnos a la cara) que nos marchásemos de ahí inmediatamente.

No llegamos a poner un pie fuera del edificio cuando un trueno sonó, haciéndonos rebotar del susto.

-Ay, la virgen.-suspiré intentando divisar algo más alla de medio metro de mi naríz. Condenada niebla.

-Nos tendremos que guiar por maps- pusimos un pie fuera del lumbral y empezo a diluviar- dios, justo hacia un buen dia y, claro, como estamos en R.U. en invierno no puede haber ni un maldito dia sin esta lluvia fastidiosa, y para colmo una condenada tormenta- vale, se le notaba un poco molesta...solo un POCO.

Dos gilipollas en HogwartsWhere stories live. Discover now