Esmeralda; [Katsudeku]

Parte única

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La música en el lugar era ensordecedora, las luces en tonos purpúreos y azules que continuaban cambiando a blanco y luego volviendo a su color original le daban al entorno una sensación de movimiento que hizo que Izuku se sintiera espabilado.

Recargó sus codos sobre la mesa cubierta por un mantel negro y miró fijamente las delicadas flores que descansaban en un trabajado arreglo dentro de un florero de cristal transparente, preguntándose en donde estaba Kacchan.

Ashido había estado insistiendo desde un par de semanas atrás que era necesario llevar a cabo una reunión para celebrar que finalmente se cumplían ocho años desde que se habían graduado de UA y habían comenzado su vida como héroes profesionales. Afortunadamente, los veinte exalumnos habían accedido a ello y en ese momento, la pista estaba inundada de viejos amigos reencontrándose y bailando juntos.

La fiesta había comenzado un par de horas antes, siendo bastante calmada y profesional, sin embargo, con el paso de las horas se había descontrolado -mayormente gracias a los retos de Mineta-, Izuku sonrió al percatarse de que no mucho había cambiado.

Uraraka se acercó a él junto a Iida y se sentaron a su lado para comenzar a charlar.

—¿Peleaste con Bakugo-kun? —preguntó la castaña, casi apenada luego de unos segundos.

—N-no, ¿Qué les hace pensar eso? —devolvió la pregunta; él y Kacchan habían estado saliendo por bastante tiempo -algo que se había hecho público muy rápido gracias a su nula habilidad para ocultar cosas-, y a pesar de que su relación estaba marchando muy bien desde el punto de vista del pecoso, Kacchan se había estado comportando extraño esos últimos días, prueba de ello era que había desaparecido de su lado una hora atrás y no había señales de él.

—Estaba en la entrada con Kirishima, —explicó Tenya. —se veía alterado.

—Él siempre se ve alterado. —Izuku forzó una sonrisa, haciendo que sus amigos se relajaran.

Hablaron acerca de sus puestos de patrulla en la ciudad y en como habían extrañado mucho verse más allá de simples videollamadas, Todoroki se unió a ellos en cierto punto, al igual que Tsuyu y Hagakure, sin embargo, para el pecoso fue imposible concentrarse en la charla.

¿Había hecho algo que molestara a Kacchan? Era cierto que ambos habían madurado considerablemente con los años, pero el mal temperamento del cenizo siempre había estado ahí, así como la torpeza del pecoso, por lo que no era anormal que tuvieran sus peleas, sin embargo, su buena química los hacía reconciliarse increíblemente rápido.

Poco más de una hora transcurrió cuando Kacchan apareció de nuevo; el reloj ya marcaba las doce con siete de la madrugada y el de cabello esmeralda se puso de pie de inmediato, creyendo que tal vez Katsuki ya quería marcharse.

—¿Estás ocupado? —preguntó, acercándose a su novio, con las manos dentro de sus bolsillos y la voz tensa. Izuku negó con la cabeza. —Ven.

El cenizo giró sobre sus talones y caminó por la orilla de la pista, evitando a las personas en la pista, la música pareció bajar mientras el pecoso hacia una mueca en dirección a sus amigos y corría para igualar sus pasos con los de Kacchan.

Caminaron por el elegante pasillo hasta una de las puertas laterales y salieron al jardín, Izuku miró a su alrededor y comenzó a temer lo peor cuando vio que el lugar estaba desierto.

Avanzaron por un delgado sendero hecho de arenisca blanca que contrastaba a la perfección con el césped verdoso; luego de un par de metros, el más bajo se giró para mirar el edificio de donde habían salido, se trataba de una estructura bastante antigua que Ashido había conseguido gracias a sus buenos contactos con los altos mandos del distrito, producto de su increíble trabajo como heroína; el borde de piedra del edificio estaba bordeado con luces cálidas que llegaban hasta el jardín.

Katsuki se detuvo en medio del jardín, en medio de numerosos arbustos llenos de flores de colores cálidos y gruñó, moviendo su brazo derecho con algo de dificultad para indicarle que se acercara.

Además de ser pareja, ellos funcionaban como un dúo la mayoría del tiempo. Trabajaban codo a codo y resolvían cada incidente en el que se involucraran, no sin recibir algunos golpes, claro está; tal era el caso de esta ocasión; una semana antes, mientras peleaban con un villano con un quirk de aumento de fuerza, Kacchan había recibido un fuerte impacto en el brazo, resultando en la dislocación de sus huesos y la necesidad de reposo que hicieron que el hombre echara humo.

Izuku dio un par de pasos hacía el frente y tragó saliva, a la expectativa. Katsuki comenzó a hablar, con la voz igual de tensa que antes, estaba nervioso.

—Sé que piensas que olvidé que estamos a punto de cumplir cinco años como novios, —Izuku soltó una risita, relajándose un poco. —este año quería hacer algo especial porque te lo mereces y te amo, Deku.

Llevó su mano derecha dentro del bolsillo de sus pantalones negros y sacó una pequeña caja forrada de terciopelo negro que abrió con dedos temblorosos y extendió en dirección a un asombrado pecoso.

Un delgado anillo de oro blanco coronado con una esmeralda en forma ovalada relució bajo las luces del edificio y Kacchan se arrodilló.

—Izuku, cásate conmigo, por favor.

El cabello rizado del pecoso se sacudió cuando este asintió, conmovido por escuchar su nombre y lanzándose a los brazos del cenizo que seguía arrodillado, olvidándose momentáneamente de que debía ser cuidadoso; apretó con fuerza, sintiendo como las manos cálidas del otro se aferraban a su cintura y besó su mandíbula una y otra vez antes de llegar a sus labios.

—¿Puedo tomarlo como un sí? —la voz del más alto ahora estaba relajada y era muy tersa.

Izuku asintió, no encontrando su voz y permitiendo que Katsuki deslizara el anillo por su dedo antes de lanzarse a besarlo otra vez.

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Nota agregada el 8 de abril del 2024: Hey! Paso a dejarles mis perifles de Ao3: ErinAust, ID: 16083897 y mi Twitter: @ErinAustrum. Allá estaré publicando mis historias y dando actualizaciones en caso de que mi cuenta o éste fanfic sean eliminados.