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Jimin se encontraba en aquel hospital, sentado en unas de esas incómodas sillas esperando noticias sobre la salud de su madre.

Tenía su vista fija en el suelo rogando que ella se encuentre bien.

—Joven Park. —escuchó que lo llamaban, haciendo que mirara a aquella persona, encontrándose con el doctor.

Automáticamente se puso de pie.

—¿Qué le sucede a mi madre?

—Ella quiere verlo. —respondió mientras lo miraba con lástima.

No dudó en ir y entrar rápidamente a su habitación y allí la encontró.

Acostada en una camilla con una sonrisa débil

—Acércate mi niño. —no dudó en hacerlo.

—¿Qué te sucede mamá?

—Me diagnosticaron cáncer de mama y debo hacerlo tratar.

Desde ese día Jimin acompañaba siempre a su madre a las sesiones de quimioterapia.

(...)

Jimin se encontraba sentado en unas de los bancos del patio del  hospital.

Cuando se sentía estresado le gustaba estar al aire libre y pensar.

Escucha un murmullo a su lado, así que voltea su mirada para encontrarse con el proveniente del sonido.

Un chico de su edad, cabello castaño, ojos grandes y una nariz un tanto exótica, estaba sentado en una banqueta igual que la suya a su lado, no había notado cuando había llegado.

El chico lo miró y luego sonrió haciendo que se formaran unas pequeñas arrugitas al costado de sus ojos y mostrando una linda dentadura.

Tierno.

Oh, hola, perdón no te había visto. Mi nombre es Jungkook. —dijo aquél chico saludando a Jimin con la mano.

—Hola, soy Jimin. —respondió con una sonrisa incómoda, no sabía que decirle.

—¿Hace cuánto tiempo estás aquí? —volvió a hablar el pelicastaño.

—No lo sé... ¿20 minutos?

—Oh... —se quedó callado, pensando— Y... ¿Por qué estás aquí? Perdón si doy muy entrometido. —el chico se sonrojo mientras miraba la punta de sus pies.

El más alto rió enternecido ante la imagen frente a sus ojos.

—Pues, siempre acompaño a mi madre a quimioterapia. —respondió.

Los jóvenes siguieron charlando un tiempo, tenían cosas en común, y se reían de algunas anécdotas que Jimin contaba.

Sus risas cesaron de a poco cuando una enfermera se acercó a ellos con una silla de ruedas.

—Jungkook, debemos volver a tu habitación. —él asintió y con ayuda de ella se sentó.

Le sonrió a Jimin y lo saludó con la mano.

—Espero que nos volvamos a ver, Jimin. —mencionó Jungkook con una sonrisa.

Él desapareció de la vista y el pelinegro entendió.

Jungkook no podía caminar.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2020 ⏰

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