Reconciliación |SasuSaku|

Capítulo 5 |Final|

Sasuke y yo tomamos asiento en la sala hace un par de minutos. Creí que él comenzaría la conversación, pero está igual de nervioso que yo, ni siquiera me he dignado a mirarlo a los ojos. No sé que va a decirme, no sé como reaccionará cuando yo comience a hablar.

—Sasuke —lo llamé apenas, estaba tan nerviosa que en cualquier momento mi voz se quebraría—. Ayer hablé con mi madre —él asintió para que prosiguiera—, me hizo pensar mejor las cosas, fui muy cobarde al no darte explicaciones del porqué me fui de aquí, no tomé las cosas con madurez, pero, creí que te habías cansado de que estuviéramos juntos, me sentí atrapada, yo... —mi voz se quebró, vi como Sasuke me veía asustado, o al menos eso reflejaban sus ojos.

—Sakura —la llamó, alarmado—, tranquila, no quiero que te pongas mal, respira —la pelirrosa tomó aire—, escúchame, no eres ninguna cobarde, no quiero que vuelvas a decir eso. Yo quería detenerte, quería saber porque me estabas dejando, pero no sabía como, ahora sé que no me diste explicaciones porque pensaste que estaba cansado —se acercó a ella y la tomó de las mejillas suavemente—, pero ahora te digo que no estoy y nunca estuve cansado de ti, ni de nosotros. Pensé que tú eras la que estabas cansada, sentía que te apartabas de mí, que ya no me amabas, creí que sería muy egoísta de mi parte detenerte.

—Te amo, Sasuke —lo interrumpió, Sakura ya estaba a punto de soltar en llanto—, me dolió muchísimo dejarte, fui igual de culpable al no decirte como me sentía antes. Cuando me marché, pensé que no me habías detenido porque querías que me fuera...

—Por supuesto que no, en mi desesperación llamé a Naruto para que me dijera como podía detenerte, ¿te imaginas que tan desesperado estaba? —Sakura soltó una leve risita, eso lo alivió un poco, parecía que las cosas ya no estaban tan rotas—. Te amo, Sakura, no quiero que te vayas.

—Ahora que sé que esto fue un malentendido, no me iré, pero si vuelve a pasar, quiero que lo hablemos y lo solucionemos juntos.

—Estoy de acuerdo —sonrió levemente—, por cierto, ¿cómo está tu madre?

—Está bien, gracias por preguntar. Cuando llegué a casa la preocupé demasiado, pero cuando le conté porque había regresado se tranquilizó, y bueno, gracias a ella también estoy aquí.

—¿No me odia?

—Claro que no —sonrió—, te quiere mucho, Sasuke. En el instante en que empecé a contarle la situación, sabía que no me habías hecho daño, que solo había sido una equivocación.

—Me alegra, estoy agradecido de que tu madre sea tan buena —Sasuke se levantó del asiento, con la atenta mirada de la pelirrosa—, vamos —extendió una de sus manos hacia ella, para que la tomara.

—¿A dónde? —preguntó, confundida.

—A casa de tus padres, iremos por las cosas que te llevaste —Sakura sonrió, se puso de pie y enseguida tomó la mano de Sasuke—, después de todo, ya quería ir a visitarlos.

—Si, como no —soltó una risita y salieron de la casa.

Después de meses de tormento, comenzaba a sentir que Sasuke y yo volvíamos a ser los mismos.
No quiero irme de casa de nuevo, no sin su amor, no sin él.