⛓ ú n i c o 💘

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O.S. +2000 PALABRAS.
SMUT ; FLUFF
BDSM
NAMJIN
NAMJOON ; 26
SEOKJIN ; 28

⛓DISFRUTEN.💘

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La feliz pareja caminaba por las calles de Nueva Zelanda por el festejo de su Luna de Miel. Kim Namjoon y Kim Seokjin, después de nueve años de noviazgo con complicaciones y momentos espléndidos, se casaron a la edad de Seokjin veintiocho años y Namjoon veintiséis. Eran apenas unos adultos jóvenes enamorados, les quedaban muchos años por delante, y era el momento de Seokjin para aprovechar la oportunidad.

Después de conocerse se enamoraron perdidamente, y a los 17, con el consentimiento de su madre, se escapó con Seokjin y se independizó sin abandonar sus estudios. Todo con la ayuda de sus cuñados y su preciada madre.

En estos nueve años de pareja, a pesar de que Namjoon sabía que a su prometido le gustaban las fantasías eróticas del BDSM, nunca habían intentado practicar alguna de ellas. Seokjin estaba muy consciente del tema e incluso él había intentado todo con un antiguo amorío que sólo se basaba en el sexo. Claro, antes de haberse enamorado de su actual esposo. Y Seokjin ya estaba aburrido pues hace tiempo que sus utopías no eran complacidas por el amor de su vida ya que él era del tipo... piadoso.

Seokjin cuando conoció a ese chico de 16 lo vio como alguien muy sexy, para su edad estaba bien desarrollado, alto y esos labios carnosos y sensuales incitaban a pecar. Salió con él pensando que iba a ser un atrevido adolescente, sin embargo, resultó que era una persona muy torpe y tímida, pero profunda. Y ya conocen el lema, "vine buscando oro, y encontré diamante". Seokjin cayó enamorado y enternecido por la amabilidad del menor y la atención que le colocaba a cada acción que realizaba. Hacía las cosas con total delicadeza, y trataba a su pareja con mucha meticulosidad y amor. ¿A quién no le enamoraría eso? Sin embargo, esa "delicadeza y benevolencia" arruinó una de las fantasías de Seokjin, ¿y cuál es esa? Sadomasoquismo. 

Sí, Kim Seokjin, el sadomasoquista, con Kim Namjoon, el torpe, blando y sentimental compositor. 

Pero el mayor no esperaría más. Era hora de que su prometido cumpliera sus fantasías no importa qué. Por eso había traído una maleta de más, con todos sus juguetes y artefactos preferidos. Namjoon no se escabullaría de esta. 

— Joonie. —dijo el pelinegro, dejando descansar su cabeza en el hombro del mayor. 

— ¿Sí, florecilla? —respondió el moreno, mientras acariciaba el dorso de la mano de su esposo. 

Ah, los apodos melosos. Los odiaba pero los amaba. 

— Quiero ir al hotel... —le susurró al oído, dejando un suave beso.

Pudo sentir cómo la piel de su acompañante se erizaba y sonrió. A pesar de haberlo hecho tantas veces, a pesar de ya conocer cada centímetro del cuerpo del otro, seguía poniéndose nervioso. Era tierno. 

El menor asintió, sonriendo de oreja a oreja y mostrando esos lindos hoyuelos, a la vez que de sus mejillas se podía notar un suave sonrojo. Namjoon pidió un taxi por teléfono y esperaron sentados en una banca, Seokjin con la cabeza reposando en el hombro del moreno. Estaban hablando de cosas triviales como qué harían mañana, cómo estará la casa en la que vivirán a partir de ahora, qué animales acogerán pronto, esas cosas. Pero en la mente del mayor habitaba un sólo pensamiento. Las colosales y venosas manos del menor contra su trasero, sí. 

Estaba considerablemente excitado al momento de entrar al taxi, y su prometido lo sintió. ¿Cómo no iba a notar las desvergonzadas e intensas miradas que le daba su esposo? Le estaba poniendo muy nervioso, ¡le estaba provocando! A cada minuto que pasaba Namjoon le pedía al chófer que fuera más rápido porque incluso él estaba empezando a sentir calor. Parece que no le enseñaron a Seokjin que es mala educación manosear a tu esposo en un taxi donde una persona deseaba mantener su mente sin traumas sexuales por culpa de dos hombres calenturientos. 

De azotes y mimos. ☮ n.j OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora