Maldita Distancia

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Hace un par de años atrás unos adolescentes eran el centro de todo el barrio gracias al “odio” que había entre ellos.  Se peleaban por cualquier lugar y se decían de todo. Se metían en problemas uno al otro creando mentiras para difamarse mutuamente.  Ambos tenían en común el amor a la “skate”.

(Cuatro años atrás)

-Mamá, Enrique me estuvo tirando piedras cuando bajaba la cuesta de la calle de al lado  y mira el resultado.- señaló cada una de sus cortaduras –Me he caído por su culpa y ahora tendré cicatrices por todos lados.- se quejaba con cara de niña buena

-Voy a hablar con la madre de ese chico, al parecer no tiene nada más importante que hacer más que molestarte y provocarte caídas.- Laura evitó una risa, era muy fácil convencer a su madre de que ese chico era el culpable de todo.

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-Laura…- llamó su madre buscándola por la casa

-Aquí estoy, en el baño.- se encontraba sentada en el murito de la ducha lavándose las heridas

-Vístete que tenemos que hablar, te espero en la sala.

Laura siguió sus órdenes aunque sabía que iba a encontrarse con su querido “enemigo” Enrique y su madre en su casa.  Tan pronto se vistió, salió muy despacio y fingiendo cojera hasta llegar a la sala.

-Laura, Enrique y su madre han venido hasta aquí porque aseguran que él no pudo haberte tirado esas piedras.- Laura se moría de la vergüenza pensando en que quizás tenía una muy buena cuartada en la cual su madre podía ser testigo, pero no iba a dejar de mentir.

-Mamá, es increíble que no me creas. Sabes que para yo caerme sola de mi skate se necesita más de una piedra en el camino.  Él me estaba tirando piedras para provocar mi caída.- sentenció intentando evitar que se notasen sus nervios.

-Laura yo no estaba ahí cuando se supone que pasó todo esto.- se puso muy nerviosa, sabía que esta vez se le iba a caer la mentira.

-Claro que estabas ahí y tengo testigos de que lo que digo es verdad.- dijo muy convincente

Al final resultó que no había cuartada con la que pudiera demostrar que no estaba allí y la verdad es que Laura tenía una muy buena amiga que le seguía las mentiras cada vez que era necesario.  Así que terminaron creyéndole a Laura por lo que la madre de Enrique lo tomó por mentiroso e irrespetuoso, estuvo castigado toda la semana gracias a la gran mentira de Laura.

Era increíble cada problema que se echaban uno al otro.  Lo que no sabían era que detrás de tanta pelea habían sentimientos escondidos.  Al pasar de los años se fueron dando cuenta, pero ambos eran bastante testarudos como para admitir que se gustaban.  Pero la vida se las ingenia muy bien para hacerlos estallar.

(Actualidad)

-Laura me han ofrecido un trabajo en California.  Aquí en este país las cosas no están buenas económicamente, en el trabajo que me ofrecen voy a ganar más dinero que acá.  No quiero problemas, espero que me entiendas. Esto lo hago por nuestro bien.

-Mamá pero no me puedes dejar acá, no quiero ir tan lejos.  Aquí en esta isla tengo a mis amigos y a las personas que quiero.

-No te voy a dejar sola. Nos vamos tu y yo, como siempre, juntas.- Laura comenzó a llorar no podía creer lo que escuchaba.

En esta isla se encontraba la vida de Laura, aquí tenia a las personas que siempre la han apoyado y siempre han estado con ella.  ¿Cómo iba a vivir sin molestar a Enrique?  ¿Cómo iban a pasar los días sin verlo? No iba a soportar estar lejos, no iba a soportar vivir fuera de su país.

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