Honest

CAPITULO 4-¿AMIGOS O RIVALES?

Sigue en mi mente la voz y no me la puedo sacar, jamás me había sentido tan presionado y confundido en mi vida... ¡Russell Riley! ¡¿cómo pudo pasarte esto?! Debo estar loco pero sé que es correcto que acepte este destino.

¡Ya era hora de que llegara el fin de semana! Al fin podré descansar y disfrutar el último sábado ordinario de mi vida. Empiezo a temblar y a levitar pero... ¿Cómo es posible que lo hiciera? Es imposible... yo no quiero hacerlo, o creo que es porque Él quiere hablar conmigo... ¡Demonios! Tuve razón...

-¿Qué está pasando?-Pregunte confundido y un tanto molesto

-Hay cosas que no te dije al inicio que debo decirte ahora.

-¿A qué te refieres?

-Alguna vez, hace mucho tiempo, creé a alguien como tú, le asigné la misma misión pero hasta ahora es que ha decidido tomarla él.

-¿Cuál es su nombre?

-Tú lo conocerás hoy mismo, en la punta de la Empire State

¡¿Se ha vuelto loco o qué?!

-Espera, ¡¿qué?! ¡¿En la Empire State?! ¡Eso es en Nueva York, estoy en Michigan! ¡¿Sabes cuánto tardaría en llegar?! ¡Una eternidad!

-¿Y quién dijo que irías por suelo? Es hora de poner en práctica tu vuelo

Ya decía yo que Él no podía equivocarse y tiene razón, tanto tiempo practicando ya era tiempo de ponerlo a prueba.

¡Mierda! No puede ser que vaya volando tan rápido, parezco un fuego artificial sólo que no me prendo en fuego. Acabo de llegar a Nueva York en tan sólo diez minutos, jamás podría haber algo más sorprendente que esto en mi vida. Empiezo a ver a un hombre de cabello largo y rubio con ojos marrones, vestido con un traje de gala roto y mal acomodado y una botella de cerveza en la mano

-Con que tú eres el otro tipo...-Dijo él con un tono de sorpresa y arrogancia a la vez

-¿Tú eres el otro sujeto que Él creó?-Preguntó como si no fuera lo que el esperaba

-Sí, me llamo Russell Riley-respondí tendiéndole la mano

-Herman Beck, ¿No tenías que ser más alto?-Preguntó estrechando mi mano mientras trataba de ofenderme

-No lo sé, ¿No tenías que ser menos imbécil?

-Jaja, escucha chico, no trabajaría contigo si no se tratara de hacer las cosas correctas ¿de acuerdo?

-No, tú escúchame, yo no sigo órdenes de nadie y mucho menos de ti, así que mejor aprende a trabajar en equipo... y todo saldrá bien

Vaya que era desagradable el tipo como su olor, la cuestión era si debía confiar en él o no.

Me empezó a preguntar cómo fue el día en el que Él me eligió y se lo conté todo tan detalladamente como fue posible, así que le pregunté lo mismo al acabar de contarle y el empezó a hablar...