Two Daddies =Starker-SpiderStrange=

Capitulo 1...

=Peter=

Tony Stark siempre había sido mi idolo en la vida...era tan valiente y guapo que las piernas me temblaban estando junto a él.

Usualmente las piernas me tiemblan por muchas cosas pero bueno, pasemos a lo importante.

Un día él y yo estábamos en su torre, sintiéndonos genial por los besos que nos dábamos...

¡Oh, cierto!, no les mencioné de nuestra relación.

No es gran cosa en realidad, solo diré que la primera vez que le dije que me gustaba y él dijo que también yo le gustaba no podía respirar de lo feliz que estaba.

Después de salir a cenar, o simplemente a pasear por unas semanas me dijo que yo era como su "Sugar baby", no lo entendí al principio, pero casi no lo hago con mucho de lo que suele decir.

Después cuando le conté a mi amigo Ned, él me explicó el término, al igual que el de "Sugar daddy", me reí como por dos horas de eso, cuando me di cuenta de que eso éramos en realidad...o algo así.

Apreciaba mucho los momentos que pasabamos juntos, aveces íbamos a comprar donas juntos y él se reía de las cosas que decía, y de que nunca dejará de hablar...(excepto cuando me besaba sin que yo lo esperara), o cuando me invitaba a fiestas con sus amigos superhéroes.

¡Conocí a los vengadores!
Y debo decirles que el Capitán América es más guapo en persona de lo que creía.

Parecía que la vida siendo novio del CEO y superhéroe más importante de la historia era fácil e incluso divertido...pero dejó de serlo en aquella cena con sus amigos empresarios

...Dejaré que la amable escritora cuente lo que sigue, porque yo no podría ni siquiera empezar sin sentir vergüenza...

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-¿Señor Stark?, ¿Cree que sea buena idea que sus amigos me vean con usted?-Peter estaba usando el mejor traje que Tony encontró, pero el menor no se encontraba seguro de ir, solo se miraba en el espejo sintiéndose fuera de lugar.

-Peter, ¿Cuántas veces te tengo que decir que me digas Tony?, me siento viejo cuando me llamas "señor".

-Lo...lo lamento, Se... Tony, pero enserio, prefiero esperarlo...esperarte aquí.

-¿Qué pasa contigo niño?, ¿Tan pronto dejaste de quererme?

-No, jamás haría eso, es solo que...

-Entonces cállate y baja, te veo en el auto en dos minutos.

Peter observó a Tony entrar a su gigantesco armario, se asomó a verlo antes de obedecer sus órdenes y lo encontró buscando una corbata, suspiró rendido, era obvio que tenía que hacerlo, aunque no quisiera.

Estando en el auto las ideas de huir llegaron a su cabeza pero antes de que pudiera hacerlo Tony ya estaba poniéndose el cinturón.

-De acuerdo, es hora de irnos
En el camino ninguno dijo nada, aunque no lo pareciera, Tony sabía cuándo algo incomodaba al menor, solía quedarse callado y con la mirada fija en la nada, así que no lo quiso hacer sentir peor.

Llegaron a un lugar muy grande, había personas por todas partes, hombres rodeados de mujeres hermosas en cada esquina, periodistas buscando alguna primicia, Tony saludando a todos, hombres y mujeres por igual, con una sonrisa que opacaba los cientos de luces en aquel salón e incluso el inmenso candelabro sobre sus cabezas..., y luego estaba Peter, sintiéndose menos que una cucaracha.

-¿Tony?...-El menor se acercó a jalar el saco del millonario, como un niño llamándole a su ocupado padre para mostrarle un dibujo que hizo en el kinder.