El amor apesta...
Pensaba eso mientras miraba las fotos de Marcelo con su nueva novia. Aunque me duela debo de aceptar que se ven bien juntos, al menos él ya tenia una novia a quién si podía tocar,besar,y verla directamente a los ojos, cosa que conmigo no pudo hacer.Nuestra relación fue una mas de las tipo "a larga distancia" y a pesar de que en mi mente tenia en claro que esto era solo algo pasajero, no pude evitar sentir un pinchazo en el corazón. Lo que mas me atraía de él era su gusto musical, su delicadeza con las palabras, y su cabello.
Pero poco a poco su vicio al alcohol me fue incomodando y tuve que optar por terminar con él.
-Meredith, ven a cenar - grita mi madre desde la cosina.
-Voy enseguida- contesto mientras me limpio unas lágrimas que se venían asomando en mis ojos.Mientras cenaba me cuestionaba,quería regresar con Marcelo, pero ya era demasiado tarde, además no quería problemas, el ya había seguido su vida, pero ¿porque yo no?. Así que decidí agregar a algunos de sus amigos de su red social,tal vez así pueda llamar su atención.
Así como iba agregando me iban llegando las notificaciones de sus aceptaciones y de ese modo también opte por mandarles un saludo. Pasaban los minutos y nadie contestaba, y tampoco había novedad de Marcelo, ni siquiera un reclamo. Nada.
Cuando por fin me estaba dando por vencida, escucho mi teléfono vibrar, lo prendo enseguida pensando en que es un mensaje de Marcelo, pero cuando veo en la pantalla mi corazón cae hasta mis rodillas, pues no se trataba de Marcelo, sino de unos de sus amigos de los que agregué, quien ya había contestado mi saludo. Su nombre: Carlos.