La alarma de Park JiMin estaba sonando hace ya un par de minutos, el nombrado frunció el ceño; alguien interrumpió su maravilloso sueño. Aún con los ojos cerrados, intentó alcanzar el despertador, logrando que este cayera al suelo y provocara un estruendo. Abrió los ojos sin muchas ganas y quedó cegado por el brillo en su habitación, el hecho de que no tuviese cortinas y su pieza fuese totalmente blanca no ayudaba si quería dormir hasta tarde.
Tomó su teléfono que se encontraba en la mesita de noche, justo a un lado de su lámpara con forma de estrella. Revisó sus redes sociales; la noche anterior había subido una foto y quería saber si JungKook le había dejado algún comentario. Cuando verificó que no había nada de parte de su amigo decidió levantarse para comer algo, su estómago estaba gruñendo y esa sensación no le agradaba.
Luego de dejar un desastre en la cocina se metió a la ducha, ya iba a ser la hora; Tae y el resto irían por él para salir a pasear. Lo habían invitado porque "hace mucho no salían", aunque JiMin sabía que los chicos querían hacer una fiesta sorpresa por su cumpleaños.
Salió del baño con una toalla que envolvía su cadera, caminó en dirección a su pieza, secando su cabello con otra toalla un poco más pequeña. Volvió a revisar su teléfono, esta vez para saber si sus amigos ya estaban llegando.
Se apresuró a colocarse algo de ropa, y en una pequeña mochila guardó algunos bocadillos que había preparado. Lanzó un poco de perfume a su sudadera y caminó hasta la puerta de entrada, la que acababa de sonar, indicando que ya habían llegado.
— Voy —agarró las llaves que estaban en la mesa, y abrió, sonriendo ampliamente a cada uno de sus amigos—. Justo a tiempo.
— Creí que estarías durmiendo.
— Ya soy un niño grande, puedo despertar temprano —JiMin le respondió en tono infantil a SeokJin, al mayor le encantaba molestar al rubio cada vez que tenía la oportunidad.
— Puedo apostar lo que quieras a que se despertó porque su alarma interrumpió su sueño —las mejillas de JiMin se tornaron rápidamente de un color carmesí, indicando que Tae había acertado.
— ¡No es verdad!
— Claro que lo es —esta vez hablaron todos al mismo tiempo, riendo mientras abrazaban al cumpleañero.
Salieron de la casa de JiMin, en dirección a un parque cercano que solía estar vacío los días de semana. El ambiente estaba tranquilo y el clima agradable, la gente que pasaba por allí los saludaba alegremente, sin decir ninguna palabra, únicamente haciendo un pequeño movimiento con su cabeza.
— Traje algo para que coman, es tarde —el rubio hablaba a la vez que abría su mochila, sacando los bocadillos que había preparado la noche anterior.
— También traje algo —esta vez habló SeokJin, levantando el bolso que llevaba con él—, cociné algo especial para cada uno.
— Yo traje algunas cervezas, es un día especial así que deberíamos beber.
JiMin sonreía emocionado, sus amigos eran demasiado atentos, nunca esperó que se organizaran para prepararle algo.
— Deberíamos comer antes de que se enfríe.
— Antes de comer deberíamos darle esto al festejado —JungKook sacaba de su mochila un regalo, envuelto cuidadosamente con un papel color celeste —, feliz cumpleaños JiMin.
— Gracias a todos —el rubio recibió el presente y se decidió a abrirlo, notando al instante en el que rompía el envoltorio un tierno peluche, acompañado de una tarjeta que al parecer habían escrito todos.
Admiró el tierno animal de peluche que se encontraba frente a él, y poco a poco leyó la carta que sus amigos habían escrito. Un montón de recuerdos inundaron la memoria de JiMin, logrando que este soltara una pequeña lágrima.
— JiMin está llorando de alegría.
— No lo estoy —las mejillas del nombrado volvieron a tomar un color carmesí, delatando su estado anímico —, es que estas cosas me emocionan.
— Ven aquí —todos se acercaron al centro y se dieron un gran abrazo, sonriendo, sintiendo la respiración del otro.
— Deberíamos comer ahora
Cada uno se sirvió un poco de comida y disfrutaron lo que JiMin y SeokJin habían preparado, jugaron el resto de la tarde y se pusieron al día con sus vidas. Para ser sinceros sí había pasado algo de tiempo desde la última vez que se juntaron.
— El tiempo se pasó volando —RM se recostó sobre el césped, mirando cómo el cielo de oscurecía lentamente.
— Eso ocurre cuando lo pasas bien —Tae se acomodó a un lado, sonriendo ampliamente.
— Deberíamos juntarnos más —JungKook miró al cielo mientras hablaba, las estrellas habían comenzado a aparecer.
El estado de ánimo de JiMin comenzó a cambiar, se sentía cansado, quería volver a su casa y estar sólo un rato. Algo le estaba molestando, aunque no podía recordar mucho.
— Chicos, creo que es hora de irnos.
— ¿Uh? ¿Pasó algo? —YoonGi se extrañó del repentino cambio del rubio, sabía como era su amigo, pero no esperaba que el día de su cumpleaños también.
— Sólo me quiero ir, ya no quiero estar con ustedes.
— JiMin, eso es algo cruel —SeokJin actuó como el mayor, solía reír mucho, pero en estos casos debía hablar firme —, debes medir tus palabras.
— Como sea, me iré de todas formas.
Los seis amigos del rubio quedaron anonadados, ¿cómo deberían reaccionar? Veían como la figura del cumpleañero se alejaba poco a poco y después de un rato desaparecía por completo.
Por otro lado, JiMin caminaba con apuro y cuando se encontró frente a frente con su puerta se largó a llorar. Pensó que una ducha lograría calmarlo, así que eso hizo, se desnudó y sin siquiera comprobar que el agua estuviese caliente se metió a la tina.
Dejó que el agua corriera sobre él, sintiendo escalofríos cuando alguna brisa recorría el baño. Cerró los ojos con pena, pensando en lo que acababa de pasar. Algunos pequeños recuerdos comenzaron a inundar la mente de JiMin, los ojos del rubio se abrieron de golpe al recordar sus manos llenas de sangre, siguió recordando; no muy lejos de él vio a sus amigos.
Los observó, tirados en el suelo, rodeados de su propia sangre y de alguna que otra lágrima. Volvió a mirar sus manos, ahora con un cuchillo, sus dedos temblaban, su cuerpo se sentía frío. Notó cómo las cosas de uso diario que se encontraban cerca de él iban desapareciendo, el lujoso departamento que tenía Park JiMin se había vuelto una habitación común y corriente, con alguna que otra gotera. Se había vuelto una pieza de un psiquiatra.
Salió de la ducha de golpe, como si alguien lo siguiese. Estaba completamente desnudo, pero no le importaba el frío, su cuerpo se sentía raro, culpable. La pequeña ventana que estaba a un lado de su cama susurraba su nombre, "Park JiMin", le parecía tentador, pero había algo que debía hacer antes. Tomó una hoja que estaba por algún lado, cortando la punta de su dedo índice y sin perder tiempo escribió por las paredes, por el piso, e incluso por el techo.
Se dirigió a su cuarto, decidido tomar la anterior oferta, gritó por última vez el nombre de sus amigos, "Kim NamJoon, Kim SeokJin, Min YoonGi, Kim TaeHyung, Jung HoSeok y Jeon JungKook" y sin dudar ni un segundo más, saltó.
La mañana siguiente los doctores entraban a la habitación del rubio, sin rastros de él, observaron la sangre seca en las paredes, en donde se repetía sin fin la misma frase; "caught in a lie".
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Happy Birthday.
Short StoryJiMin acababa de despertar, sus amigos lo habían invitado a salir para celebrar su cumpleaños, se apresuró en arreglarse y le abrió la puerta al pequeño grupo con el que se juntaba. [One - Shot]