Entre Ángeles y Demonios (en revisión)

ARES

Érase una vez, en el maldito y sucio infierno, un demonio al cuál todos temían por su incontrolable ira.

Vivía en lo más bajo del inframundo, en los callejones más peligrosos y escondidos del lugar.
Su rostro daba miedo, susto y desamparo. Atemorizadas sus víctimas huían despavoridas y nunca nadie consiguió hacerse espacio en aquel negro corazón.
Era el demonio más temido de todos, y odiaba a los ángeles y a los humanos.

Sin embargo, era el más amado entre los suyos, porque aunque fuera malvado, su belleza era incontrolable, y todas allí querían pasar a su lado e intentar llegar a él.
Tenía 24 años en edad humana, pero en el inframundo, los años se restan por cinco, a si que mientras que estuviera allí abajo, tendría 19 años.

Su cabellera castaña, sus labios carnosos y sus cuernos afilados, eran extraordinarios.
Él también poseía alas.
Eran rojas y puntiagudas, y le servían para desplazarse de un lado a otro.

Volaba para matar. Cazar algo y llevarlo a su boca. Mataba si remordimiento, sin compasión y sin piedad.
Lo que veía, lo mataba.