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—Carajo. Voy tarde; Carola me va a matar, ¡¡chingada!!—

Si ese soy yo siempre llegando tarde, bueno para la universidad, pero eso no es lo mas malo sino que la ceremonia de inicio de carrera empezaba a las siete en punto y ya son las siete y veinte, y Carola no me la va a perdonar si la dejo sola en el auditorio, si hoy es el día al fin después de terminar la escuela logre entrar a la universidad la cosa es que de mudarme de México a Canadá en menos de un mes bueno tal vez no fue nuestra mejor idea con Carola llegar a un motel y en menos de dos semanas antes de iniciar carrera en la ciudad de Montreal, bueno conseguir un techo donde dormir fue de las cosas mas horribles si no fue tarea fácil por lo menos no para mi para Carola creo que fue pan comido según ella y empezar a estudiar ahora con este calor infernal de agosto bueno no hace mejor este día menos cuando es un lunes. 

Salgo del pequeño departamento y corro por las escaleras lo mas rápido que me permiten mis torpes pies con dirección a la parada del camión digo del autobús mas cercana que es doblando por el edificio a la derecha pero como la suerte o mas bien desgracia esta de mi lado desafortunadamente me estrello con un chico que al parecer esta igual que yo de apurado por llegar a la parada del autobús que justo tenia que salir de la nada no feliz con un simple choque de cuerpos leve teníamos  preciso que perder el equilibrio y yo caerle encima a él, mi cara quedo entre su cuello juro por la virgencita que no era mi intención que esto pasara y mucho menos perderme en su olor tan peculiar pero mi nariz se perdió en el tequila mezclado con cigarrillo y un leve toque a lavanda que el cuello del chico desprendía. 

—Fíjate por donde caminas, enano idiota— fui empujado con violencia a un lado o más bien rodé por el piso quedando de cara; solo pude oír sus pisadas alejándose de mí. Este huero me dijo: enano idiota. Acaso quien vergas se cree que soy, me levanté del piso con intención de soltarle palabrotas como buen mexicano que soy, pero la melodía de color esperanza de Diego Torres de mi celular me hizo notar las múltiples llamadas que seguro Carola me hizo en menos de veinte minutos. Me recorrió un escalofrió en todo el cuerpo, entonces preferí cerrar el hocico y dejar pasar lo de hace un momento por esta vez y salí corriendo por mi vida al ver el autobús en el paradero, cerrando las puertas. Poca madre, perdí el autobús. Valí queso ahora sí.

Diez minutos después logré tomar otro autobús y sentado ya en una de las sillas del fondo saqué mi celular enredado con mis audífonos de mi pantalón para disponerme a escuchar música relajante mientras llegaba al matadero llamado universidad. Ignorando las múltiples llamadas de mi amiga Carola, noté que el olor del huero idiota ese se me quedó pegado como chicle en zapato rayos. Odio el olor a cigarrillo. Con esa distracción en mi cabeza no me di cuenta de que me faltaba algo sumamente importante.


Casi una hora después.

Al fin había llegado, pero ahora vienen los regaños de Carola por demorarme más de la cuenta y por no responder a sus múltiples llamadas, que a decir verdad son más de seis, casi diez, bien pues, crucé la puerta como vaca por su casa, llamando la atención de las pocas personas que estaban al final del auditorio, las ignoré siguiendo mi camino buscando a Carola. Sentí su mirada que claramente al cruzar con la mía era obvio su enojo. Si las miradas mataran, yo estaría bailando con los demonios entre el fuego rojo y ardiente, si es que se pudiera claro...

—Checo, te voy a matar, en serio, no mames— me dijo ella mientras me sentaba a su lado en esa silla incómoda y fría. Genial, ella está enojada, pero bueno, en parte me merezco ese regaño, pero no todo es mi culpa, también la tiene el huero idiota ese.

—Carola, es más tu culpa que mía, tú me dejaste atrás a mi suerte, no me despertaste, sabes cómo soy así que ni modo mi reina te aguantas, aparte, por ir con prisas choqué con un huero idiota que me llamó enano idiota, él es la razón principal de que perdiera el pinche autobús. Entre mis reclamos, Carola a centímetros de mí empezó a hacer caras de asco. Era obvia la razón de su expresión facial...

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⏰ Última actualización: Jul 20 ⏰

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