Fue un estruendoso sonido de dolor.
Los guardias tomaban con fuerza la espada en sus manos, alejando a cualquiera que se acercara a los aposentos del Rey.
Desde lejos, haciendo eco en los pasillos y bajando las escaleras, las teclas del gastado piano sonaban con lastimeros llantos de agonía, quizá podría hacerlo mejor.
La servidumbre se hallaba durmiendo, la noche en su punto donde las nubes grises tapaban la luna y el sol no deseaba aparecer, todo por la tristeza del Rey.
En una habitación en lo alto de las torres, un gran peso era la corona en su cabeza. Opaca, era opaca, como sus verdes ojos. Cansados, de lamento. Dos gemas presenciando las crueldades del mundo.
Un brillo lejano dejaba ver la montaña de anillos de plata arrumbados a la esquina del piano, y Harry seguía.
Siguió, con sus dedos danzando sobre las teclas, a lo lejos gritos, y luego su esposo pateando la puerta. Entra.
Viéndose, el Rey siguió concentrado en el piano.
"-¿Qué es lo que estás haciendo?"
Sin levantar la mirada, Harry le responde sereno;
"-¿Qué interesa? Nunca te has hallado tanto con la música como hoy en mis dedos"
Louis mostró silencio ante lo dicho. Los guardias volvieron a cerrar las puertas y el castaño no se movió nunca de su lugar.
"-Lo estoy comprendiendo, alteza.- se detuvo - Soy amante de las noches, soy adorador de la luna. - Sus ojos nunca conectaron. - Solía vivir solo antes de estar contigo, aprendí tantas cosas, oh, su alteza. -soltó con una pequeña risa. - También amo la belleza, y también te conozco, esposo. Oh, tan, tan bien".
Del banquillo se colocó de pie. Observando al Rey frente a él, Harry esbozó una sonrisa triste. Las iras de sus labios yendo hacia abajo.
-"Ella te derrumbó, dejó caer su vestido ante tu mirada. Entiendo que cedieras".
Su voz sonaba como un eco dentro de sus labios, Louis haciendo silencio para escuchar cada palabra, sin protestar.
-"Recuerdo cuando regresé a ti, Louis. Éramos tan pequeños, mi Rey. Tan sólo príncipes. Y me enseñaste tanto a amar, que incluso me amé a mí mismo".
El hombre de cabellos rizados camino hasta quedar frente al Rey de ojos azules. Acarició su mejilla con tristeza, Harry siendo un espejo en sus ojos.
Con firmeza, el hombre se acercó hasta el ojiazul, besando sus labios con delicadeza, se envolvieron en esa dulce conexión.
-"Quiero pensar, cielo, que era todo el amor que nos teníamos y entonces querías más. El amor no es una víctima, como lo has retratado tantas veces. Eres amado, y eres amante, y amaste más allá de donde debiste. Me has amado, en esta misma habitación. Bajo los rayos del sol, pero adoras amar bajo la luz de la luna, Louis".
-"Harry..."
-"No es como me has enseñado, mi amor. El amor es tan fuerte, no sé qué hacer, no eres quien va a sanarme".
Debajo de su capa, Harry dejó deslumbrar la daga entre sus dedos.
Louis ahogó su propia respiración.
Comenzó cortando su cabello. Tiraba de cada rizo, después adornando el suelo.
-"Toca para mí".
El Rey de ojos azules tomó asiento rápido en el banquillo después de que su esposo tomara asiento justo frente a él.
Y sus piernas estaban desnudas, su traje tirado en el suelo, la capa siendo su velo carmesí envolviendo tanto dolor sobre su cuerpo.
Con sutileza tocó el piano el Rey, inundando el palacio de nuevo con ese sonido lastimero que rogaba perdón.
Y tocó, y tocó, y plasmó sus lágrimas en las teclas del piano como acuarelas sobre un papel.
-"Todo lo que he aprendido sobre el amor es sufrimiento, querido Rey"
-"No la toqué nunca"
Harry tomó de la cabeza de su esposo la corona.
-"Ni a mí"
Lágrimas de los ojos verdes amenazaban en salir si de nuevo abría la boca.
Sus labios estaban resecos, y sus manos sudando por sostener la daga que acabó con cada uno de sus rizos. Con una pierna, estirándose sobre el piano, tocó el pecho del Rey, justo donde se ubicaba su corazón. Éste, tomando su pie desde el talón besó su pierna, como un sello quemando ese lugar.
-"Nunca me ha enseñado cómo, y no tengo mayores intenciones de buscar alguien que lo haga"
-"Perdóname"
-"¿Qué es lo que debo hacer, Louis?"
Preguntó Harry al momento en el que Louis se ponía de pie y se acomodaba justo en medio de sus piernas y él se aferraba a sus brazos.
-"Porque no sé cuál es el secreto, la palabra correcta para que me ames"
Entonces, él mismo se derrumbó.
Rompió en llanto mientras Louis lo tomaba en sus brazos, estaba buscando consuelo. El silencio de la torre se vio interrumpido por la tormenta que creaba su propio llanto.
-"Cualquier cosa, cualquier palabra, sólo que me dirigieras una mirada"
-"No te gusta la música" -sorbió de su llanto - "cuando toco el piano, o los tambores, o cuando el arpa está conmigo tampoco. Nunca te acercas"
-"Es que no sé lo que quieres decir con ello"
-"Quiero que seas sincero, quiero que me mires y me trates como realmente me sientes"
-"Te siento"
El Rey de ojos azules terminó su frase soplando de las velas, tomando a su amado de la cintura, besando sus labios con amor y dulzura, recostándolo sobre el piano.
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TOWERS |Larry Stylinson| One Shot
Fanfiction-"Quiero pensar, cielo, que era todo el amor que nos teníamos y entonces querías más. El amor no es una víctima, como lo has retratado tantas veces. Eres amado, y eres amante, y amaste más allá de donde debiste. Me has amado, en esta misma habitaci...