Call Me Your Baby || Olikase - Fukaoli

Capítulo 1

Narra Oliver.

Aaaahh, los últimos años de escuela son un fastidio. Quisiera que el tiempo avanzara rápidamente para verme graduado y en un santiamén a la universidad a punto de terminar la carrera que elija, pero como no todo es a como se desea.

Frunciendo mis cejas y mirando al papel, leía cada una de las opciones. Aún no sé por cual carrera optar. No vendría mal algo como diseño gráfico, administración de empresa o quizás doctorado.

—¿Han llenado todos sus hojas?— Era el profesor quien había hablado.

Un «Si» perezoso por parte de todo el salón de clase resonó en mi cabeza y rápidamente miré a la hoja.

Demonios, aún faltan tres puntos por llenar.

Respondí a las preguntas:

—¿Continuará con sus estudios?

✔Si □No □Quizás □Ni idea

—¿A qué tipo de universidad asistirá?

□Pública ✔Privada □No asistiré

—¿Quisiera obtener una beca?

✔Sí □No

Terminando de llenar el formulario y escribiendo rápidamente mis datos, cúlmine a punto de que el profesor arrebatase la hoja.

—Muy bien todos. Ahora juntaré con esto sus notas de este parcial evaluativo.— Dijo y se sentó acomodándose los lentes.

Todos conversaban a un volumen moderado mientras yo garabateaba un lindo gilguero americano, hasta que escuché como el maestro azotó la mesa y molesto gritó...

—¡Señor Fukase!— Todos estaban callados buscando al chico con la mirada.

«Oh, él de nuevo...» «¿Qué no se cansa de molestar al profesor?» «¡Va a sacarle canas de a montón!» «Es ridículo...»

Varios de esos comentarios resonaron sutilmente en el cerrado espacio. El pelirrojo se levantó y el maestro le hizo de señas, molesto, a que se acercara.

«Le castigarán. Te lo aseguro.» «¿Crees que valla a aprobar este ciclo?» «Es un caso perdido...»

El profesor señaló a la hoja mientras le reprendia, yo sólo estaba observándoles.

Me pregunto, ¿Qué sera lo que ha puesto que al profesor le ha molestado tanto?

—He, ¿Has oído?— Una de mis compañeras me hablaba.

—Eh, ¿Sobre qué? En el día escucho de muchas cosas.— Ella rió un poco.

—Como me suponía, tu también eres idiota.

Valla chica. ¿Qué no se ve a un espejo? Trae fachas de marimacho y me insulta precisamente a mí.

—¿Disculpa?— Hice una mueca disgustado.

—Oh, olvida eso.— Resopló. —¿En serio no te has dado cuenta?— Negué con un gesto.

—Para nada.

—Ese tipo...— Le señaló. —Es de los raros.

—¿Qué quieres decir con ello?

—Lo descubrirás dentro de poco.— Sonrió.

El profesor dijo en un tono alto: —¡¿Cómo que quieres ser "modelo"?! ¿Acaso piensas que es una carrera universitaria?

—No lo sé, pero igualmente se requiere de un arduo trabajo.