Parte 1

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Iba de camino a la escuela, era mi primer día en séptimo grado, mi padre sostenía mi mano y se escuchaba a los lejos la noticia del día anterior, el Presidente de Guinea había sido asesinado en su residencia de Bissau. Era pequeña de edad pero entendía varias cosas de adultos, como el por qué mi mamá nos dejó, pero eso no viene al tema.

Entre al aula 305 de la primaria Bracciano, no había estado en una escuela privada antes, pero estaba segura que no te registraban antes de entrar, no a una niña de 10 años. Todos los niños se veían desconcertados, no sabíamos lo que estaba ocurriendo, mi padre no dejo que registrasen mi mochila, entonces un señor vestido de negro se le acercó y le habló en privado, mi padre asintió y me dijo que lo estaban haciendo por un niño nuevo en la clase que tenía mucho dinero y no querían que algo malo le pase. Pensé en aquel momento, quien le querría hacer daño a un niño.

Carlo Saavrin era el niño con mucho dinero, o al menos sus padres tenían mucho dinero, nadie hablaba con él y su guardaespaldas siempre estaba tras la puerta del aula. Cada que alguien salía y volvía a entrar el guardia los registraba. Por esa razón nadie iba al baño. Nuestra aula tenía solo 20 estudiantes, que al pasar las semanas dijeron a sus padres que no querían estar en la misma clase que el niño raro, así que el número de estudiantes se redujo a 10.

Carlo no hablaba con nadie, solo dibujaba en su cuadernillo cuando la maestra nos daba descanso, nunca me le acerque, solo lo miraba, lucía triste, muy triste para alguien con mucho dinero. Esa noche le pregunte a mi padre que por que el niño rico estaba triste y él dijo que los niños ricos no tienen la atención de sus padres, pero no le creí, la madre de Carlo siempre lo iba a dejar y lo iba a ver a la escuela, se preocupaba por él, caminaban por los largos pasillos del Bracciano juntos hasta el carro, y en ese momento me di cuenta de que podía ser una pantalla, que no sabemos lo que pasa detrás de los vidrios negros de aquel carro o detrás de las grandes puertas y ventanas de su mansión.

Diez días después de que un terremoto de magnitud 6.3 golpee la ciudad de L'Aquila - Italia, y quite la vida de 380 personas y hiera a más de 1500, la madre de Carlo Saavrin fallece de causa desconocida.

La escuela hace presencia en el funeral llevando al grado de Carlo al cementerio. Ahí estaba él, sentado en primera fila, con un abrigo negro y una rosa blanca, ni una lágrima corría por su mejilla. Varios padres de familia se acercaron a consolar a su padre, pero ningún niño de la clase se acercó a Carlo, me levante de mi silla y me acerque a él, Philip, su guardaespaldas me vio intrigado, pero seguí mi camino, toque su mano y me vio, le dije que lo sentía mucho pero no me respondió. Supuse que estaba en shock por lo de su madre, así que lo deje pasar.

Nadie habló de Carlo o de su madre durante el resto del año escolar. Carlo se alejó de todos y no es que antes haya sido unido al grupo de clase, pobre chico pensé, con suerte el próximo año escolar me toque un nuevo grupo de compañeros. Eso pensé.

El misterio de Carlo SaavrinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora