The Day - 2JOON

BEFORE SPRING

Era difícil.

El camino que fue elegido para él, era difícil, aquel camino al que se le llama destino. Ese que no puede negarse ni alterarse, ese que destruye la suerte y es tan agotador.

Dojoon estaba cansado.

Podía ver el brillo en la mirada de su mejor amigo, podría incluso contar cada destello y enlazarlo a sus pestañas; podía contar los lunares de su perfil y los mechones de cabello que caían sobre sus ojos. Pero era doloroso, simplemente triste, porque aquella mirada soñadora no iba dirigida hacia él.

Frotó su rostro con frustración y observó el lugar hacia donde iba dirigida. Unas mesas más alejadas de la suya había un grupo de amigos, sin embargo su vista se posó sólo en uno de ellos, en la única persona que se robaba los suspiros del pequeño omega frente a él.

"Es tan lindo" Susurró Hajoon inconscientemente.

Su alfa rasguñó dentro de él pidiendo ser liberado, sentía los celos y la furia a flor de piel, al igual que el dolor en su lastimado corazón.

"No lo es" Bufó en cambio.

Hajoon soltó una pequeña risa volviendo a fijar sus ojos en Dojoon, pero el mayor pudo ver aquel anhelante brillo desaparecer.

"Siempre dices eso, pero para mi lo es" Dijo. "Después de todo será mi alfa"

Las palabras se sintieron como un cuchillo en su interior, abriendo aún más la gran herida sangrante en su pecho. Sintió el particular nudo que se forma en tu garganta cuando se sienten unas inmensas ganas de llorar.

"Solo salieron un par de veces, eso no te garantiza nada" Intentó que su voz no se quebrara en medio de la frase.

"Siento que es el indicado" Dijo y la sonrisa que se dibujó en su rostro pudo opacar al sol. "Me hace sentir, diferente"

"Hey, Hajoon" Soltó una voz desinteresada que Park logró identificar al instante.
Ambos giraron su rostro para encarar al dueño de aquella, voz topándose con Wonmin dirigiéndose sonriente directo a su mesa.

"H-hola Wonnie" Murmuró Lee con las mejillas de un leve color rosado que Dojoon quiso apretar, pero alguien se adelantó a la acción que nunca iba a ejecutar.

Observó a Wonmin pinchar una de las suaves mejillas de Hajoon, provocando que su sonrojo fuese mayor y soltara una pequeña risa avergonzada.
El mayor de los tres sólo pudo quedarse estático en su lugar y desviar la mirada rápidamente, hasta posarla sobre el paisaje urbano que le proporcionaba el ventanal de la cafetería.

"Nos vemos esta noche" Dijo el otro alfa dirigiéndose al menor. "Ponte más lindo de lo que ya eres"

No le dio tiempo a que Hajoon le respondiera, pues simplemente le guiñó un ojo y se retiró.

"N-nos vemos"

Dojoon nunca deseó nada con tanto anhelo y esperanza, pero en ese momento sólo quería tomar el lugar de Wonmin para poder tomar de la mano al omega y decirle cuanto lo amaba.

Y sobre todo que correspondiera el sentimiento.

Se levantó de su lugar pesadamente.

"¿Ya te vas?" Preguntó Hajoon al verle.

"Sí, iré con mi madre por la mudanza" Dijo. "Ya sabes, desempacar, mover muebles y acomodar sus preciadas lámparas"

Lee sólo respondió con un "Oh" salido de sus labios y ambos se despidieron.

Pero aquella mudanza no existía ese día, pues su madre había llegado a su nueva casa semanas atrás.

La culpa lo consumió, pero no tan profundo como aquel maldito dolor que se albergaba en lo profundo de su ser y desgarraba su alma.

Ese dolor que algún día podría matarlo.

. . .

Ustedes pidieron omegaverse, aquí les traigo su omegaverse.

Soy una fiel sirvienta que quiere complacerlos, ahre.

En cierta parte, porque aquí van a haber cosas súper mega híper tristes y tal vez un poquitín solo un poquitín de fluff.

Así que:

1.- Pueden ir acomodándose con sus pañuelos a la mano y un gran bote de helado después de mentalizarse para sufrir.

Ó

2.- Pueden (no) abandonar esta historia (no lo hagan) y seguir siendo felices (léanla)

Yo los amo muchísimo, tengan todas sus comidas diarias y cuiden su salud.

Besitos.

Bai, bai.