THE SUN SHINES

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Dojoon se encontraba recostado sobre su cama, el cansancio se apoderaba de él, consumiéndolo desde dentro. No pudo dormir durante toda la noche pues su alfa estuvo muy inquieto, lloriqueando y exigiéndole algo.
Debajo de sus ojos unas pequeñas auras oscuras se hicieron presentes, confirmando exactamente lo que ya sabía, necesitaba un buen descanso.

Lamentablemente antes de intentar volver a dormir su puerta fue tocada varias veces, no le tomó mucha importancia, tal vez era el vecino de al lado, o cualquier otra persona. Cerró sus ojos y se dejó llevar, al menos por unos minutos, ya que después un omega de cara redonda que conocía perfectamente entró a la habitación.

"Toqué pero no abriste y tomé la llave que estaba encima del marco de la puerta" Dijo Hajoon, podía percibir lo emocionado que estaba gracias a su tono de voz."No vas a creer lo que pasó ayer"

"No, no te creeré" Murmuró Dojoon con voz ronca.

"Ayer Wonmin me besó" Chilló ignorando por completo el comentario que su amigo había hecho anteriormente.

Solo eso bastó para que el corazón del alfa se hiciera añicos. Sintió un nudo formarse en su garganta y sus ojos cristalizarse; la impotencia caer sobre sus hombros y pesarle en la mente.
Parpadeó un par de veces para alejar las lágrimas y se giró para ver a Hajoon.
El omega tenía una sonrisa enorme en su rostro, sus ojos brillaban con ilusión, anhelo, deseo y amor, mas sabía que aquellos fuertes sentimientos no iban dirigidos hacia él. No al menos de la manera que él quería.

"Eso es genial Hajoonie" Susurró desganado, tragándose las ganas de llorar como un completo cachorro abandonado.

Creyó que su amigo no lo notaría, pero sí lo hizo.

"¿Estás bien?¿Qué ocurre?" Preguntó preocupado. Hajoon levantó la mano derecha, dirigiéndola hasta la mejilla del mayor donde se encargó de dejar suaves caricias que intentaban ser reconfortantes.
El alfa de Dojoon saltó de felicidad, podía sentirlo; sin embargo no compartía el mismo sentimiento.
Dejó que el omega acariciara su mejilla, disfrutando del suave contacto con sus manos, y el hipnotizante aroma a primavera que desprendía naturalmente.

"No pude dormir bien, es todo" Dijo alejándose para dirigirse a la cocina, necesitaba agua urgentemente.
Hajoon no se quedó atrás y lo siguió por el departamento hasta tomar asiento sobre una de las sillas que rodeaban la mesa de la cocina.

"¿Y? Te besó ¿Cuáles son los detalles?" Preguntó aunque en su interior no deseaba hacerlo. Podría considerarse un masoquista por pedir recibir más detalles, en realidad no los quería. Lo que quería era escuchar la suave voz de aquel bonito omega, ver lo feliz que se ponía cada vez que hablaba de Wonmin. A pesar de que eso le costase su propia felicidad.

"Fuimos de pícnic nocturno a un mirador, dijo que era su lugar secreto ¿Puedes creerlo? Compartió su lugar favorito conmigo" Balbuceó y Dojoon pudo jurar que vio como la felicidad del menor aumentaba con cada palabra que salía de su boca. "Observamos las estrellas por horas hasta que lo tuve frente a mi, me sonrió con sus dientes blancos y perfectos, entonces se acercó muy lento y me besó" El omega suspiró sonoramente aún con la sonrisa en su rostro y un suave tono rosado en sus mejillas.

"Eso suena lindo" Susurró el mayor.

"Fue perfecto" Hajoon lo miró como si hubiese dicho algo malo, confundiendo al alfa. "No te preocupes Dojoonie, estoy seguro de que pronto encontrarás a un omega o a una linda beta"

Park bufó una risa e intentó creer que esas palabras no le dolieron. Él no quería a otro omega que no fuera el que tenía enfrente. Ese con los labios rosados y el cabello castaño revuelto, la piel brillante y pestañas largas.
Ese omega adulto que, a veces, solía comportarse como un verdadero cachorro juguetón y mimado.
Ese mismo omega con el qué pasó su infancia, adolescencia, y con el que quería pasar el resto de su vida.

Lamentablemente el destino a veces podía ser injusto y cruel.

Por ello cada vez verlo se le hacía más sofocante e imposible, era doloroso.
Podía sentir su corazón apretujarse y aún así seguir latiendo desbocado sólo con percibir su presencia bañada en su aroma.
Eso no quitaba el hecho de que amaba observarlo, captar hasta el más mínimo detalle y amar cada imperfección; contar cada lunar y formar una constelación con ellos.

"El viernes por la noche saldremos de nuevo" Soltó Hajoon. "Dice que tiene una sorpresa para mi"

Esas palabras le provocaron un mal sabor de boca y una extraña sensación en el estómago, muy parecida a la preocupación.

"Dojoonie ¿Crees que él sea bueno para mi?"

"¿Por qué me preguntas eso ahora? Creí que estabas seguro de que sería tu alfa" Dijo, intentando que su voz no sonase como en realidad se sentía, molesto y deprimido.

"Eres mi mejor amigo, quiero saber tu opinión antes de formalizar la relación"

El mayor se acercó a él con el amago de una sonrisa en sus labios. Levantó una de sus manos y la posó sobre la cabeza del más pequeño acariciando con vehemencia sus suaves cabellos, provocándole una pequeña risa. Acercó su rostro al contrario sin apartar la mirada.

"Haz lo que te haga feliz, porque tu felicidad me hará feliz a mi"

Hajoon sonrió nuevamente, derritiendo el corazón del azabache y haciéndolo suspirar. Sin pensarlo dos veces el menor se lanzó a los brazos del alfa en un cálido abrazo. Dojoon no pudo evitar corresponderlo, pasó sus brazos por la cintura del omega hasta llegar a su espalda presionándolo contra su cuerpo, intentando llegar más cerca de su corazón.

Sus labios comenzaron a temblar y sus ojos a picar por la acumulación de lágrimas nuevamente. La agonía devorándolo como fuego quemando en su interior.

Se sintió mareado y débil, sus brazos cayeron a sus costados como pesos muertos cuando el abrazo finalizó. No podía moverse, sólo sentía la opresión en el pecho y el desgarrador dolor el el corazón, como si lo pincharan con miles de alfileres, sus latidos volviéndose más lentos.

"Cualquier persona que esté contigo será muy afortunada" Susurró Hajoon mostrando sus adorables hoyuelos. "Eres un gran alfa, Dojoon"

En cualquier otra situación esas palabras solamente hubieran sido únicamente eso, palabras. Pero sólo necesitaba al omega para decirlas y acabar con él como si fuera nada.

Porque Hajoon era su única debilidad.

The Day - 2JOON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora