pasado, 3 de noviembre 2017

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Narra Heisha
(VI)

Son las 9:00 am, cuando despierto por la voz aguda de mi Madre que me levanta  llamándome -¡Heisha, Heisha, Heishaaaaa!- de un salto me levante y grite desde mi habitación —eh! -A que hora piensas bajar a desayunar con tus primos. Ellos ya están despierto, se están vistiendo haz tu lo mismo -. —ok mama!

Como que no tengo ni las mínimas ganas de bajar a desayunar. Le diré a mi madre que no tengo hambre.

Antes de ir a bañarme, fui y le dije: mah me siento cansada, y no tengo hambre, ¡mejor esperó la comida! —¡esta bien hija! -Contesta mi madre-.

Vuelvo a mi habitación, y es cuando decido ir a bañarme. Me baño, cuando salgo del baño, saco una ropa cómoda del armario, y procedo a ponérmela.

Me acuesto en la cama, y es cuando estoy en silencio, cuando llegan eso pensamientos, que me recuerdan tanto lo rota que he estado, agradezco que estos días he estado menos rota. Ya que por ahora no quiero  nadie.

Pero hay va mi mente y empieza a recordar algo de mi pasado. Recuerdo ese dia como hoy 3 noviembre 2017. ¡Jamas lo olvidaría! Pero antes de llegar ese dia, pasaron cosas antes de pasar ese antecedente.

Todo empezó, estando aun en segundo grado, con ese chico con cuatro años más que yo, castaño, ojos negros, alto de estatura, labios carnoso y rosados. Su personalidad: la persona más fría que había conocido, con esa edad.

Lo conocí en el instituto, lo unico era que es estaba en Cuarto grado, subí hasta allá a donde estaba el. Hiba a buscar a alguien, al salón donde estaba el. Y mis ojos se dirigieron hasta donde el, para mi hubiese visto un príncipe azul, pero na'. Sólo era un chico con más año que yo, apuesto, guapo, hermoso. Rápidamente me dirigí hacia sus labios carnosos, me gustaron eso labios y estaba dispuesta a probarlos, a como de lugar.

Claro una chica como yo en ese momento, sin ningún temor a nadie se podría decir, olvidada de Dios. Pues que más daba.

Tenía su WhatsApp  hablábamos, pero siempre hablaba con arrogancia, creyéndose que el era una última cocacola en el desierto. Pero yo como niña aún sin madurar a pesar de que tenía dieciséis años, para ese entonces. Siempre trataba de comprenderlo y lidiar con su orgullo y su frialdad.

Después que pasaron meses y el ya se hiba a graduar. Se hiba del instituto. El estaba en la mención música. Ya que en el instituto donde  estoy, es modalidad en artes. Esta la música, el teatro, la danza y la pintura. Estas elecciones las haces, cuando pasas al segundo grado. Y yo como era  cristiana, y me gustaba cántar y lo hacia bien por cierto.

Me gusta cantar lo hago súper bien, por que Dios ha puesto en mi el talento. Le doy gracias a el por eso.

Un viernes 3/11/2017. El día que planeamos para vernos, al otro día el se hiba a graduar.

Eran las 2:00 pm cuando decidimos ir para su casa. Cuando estabamos allá empezamos a hablar de nuestros gusto y todo eso y los minutos hiban pasando lentos. –¿cuando me darás mi beso?- pregunta Robert,- yo con los hombros hice mueca de que no se.

Estaba muy tímida, estaba nerviosas al estar al lado de ese chico. Se que el no me hiba a hacer nada malo que no fuera un beso, pero.... Era esa sensación de tener a alguien que quería mucho, aunque para mi. De todo era enamorada, pero ya me doy cuenta que no. ¡Nunca ame a ningunos! Luego explicare por que lo digo.

En varios impulsos lo abrazaba, como si nunca me hubiera querido separar de el, como si en sus  brazos, en su pecho, me sintiera segura. Pero el era un chico frío que decía nunca cambiar. —¿que te pasa? -pregunta el- tengo frío, -respondo yo-, y no mentí, por que las piernas me temblaban y hasta los labios y el corazón quería salir de su lugar y escapar.

Luego me regala una sonriza, de esa que aveces sentía que moría, cuando lo veía sonreír era Jodidamente hermoso. ¡Almenos en ese momento lo veía así.

En un momento, me acaricia el rostro y se va acercando a mi. Sintiendo yo su respiración tranquila, y el sintiendo la mia acelerada. Tratando el de calmarme, sólo estaba cerca acariciando mi Rostro. Pero lo que el no sabía era que, ¡mientras más cerca más agitada estaba! Por ese decidió ya dar el paso y besarme, el tampoco aguanto la curiosidad de probar mis labios. (Me lo dijo luego).

Fueron unos cuantos besos los que nos hicieron y nos deshicieron. Luego estaba yo recostada de su pecho con una pierna mía encima de la de el. Fue uno de los mejores momentos pasados en mi vida, en ese. momento  habría sido el mejor.

Ya era hora de irme, cuando nos hibamos a despedir, antes de hacerlo le pregunte: ¿por que eres tan frío? Sólo dijo: -yo tengo mis razones-. Yo dije esto: yo Heisha De Los santos, te haré cambiar y ya no serás un frío si no un amoroso almenos conmigo, me lo merezco. ¡Te lo prometo! ¡Yo cumplo!  Fue lo último que dije cuando, el en risas pronunciaba mi nombre, -¡Hay Heisha! Lamento decirte, así soy y nadie me cambiará. Sólo Dios y no la hecho, ósea si no le hubiera gustado que fuera así, hace mucho que fuera como dijiste.

Le di un pequeño beso, despidiendo me de el y le susurré, ¡Te lo prometo! Me fui.

Ella ya aprendió✋✋💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora