Capítulo 23: Nuevo comienzo

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Pasamos cinco minutos abrazados y de repente aparece Tom con una motosierra y se abalanza hacia Jeff.

El me suelta y saca sus cuchillos y le corta las manos.

-Así, ya no podrá tocar nada que no te pertenezca.

Tom suelta un grito desgarrador de dolor y se cae al suelo aterrorizado mientras maldice la existencia de su amputador.

Al soltar la motosierta esta se le cae a los pies y se los corta. Finalmente Jeff le arranca el corazón con el cuchillo, y Tom da su último aliento de vida.

Nos fuimos de la casa dejando el cuerpo de Tom atrás y nos dispusimos a tomar un merecido descanso. Tras una larga caminata ena que sólo se escuchaba el viento y algún que otro buho, por fin llegamos y me fuí directa a la habitación para poder descansar y alejarme del mundo real al menos durante unas cuantas horas.

Soñé que estaba viajando a un pueblecito de Galícia en España con mis padres. Cuando era pequeña soliamos ir mucho. Cerca de la casa que alquilábamos había un río en el que solía ir con un niño del qual nunca me acordaba de su nombre porque era extranjero...

Todo era tan real. Ojalá pudiese volver a aquellos días de paz. Pero algo iba mal justo en el momento en el que me sumergí en el río al salir, el agua se convirtió en sangre y mi amigo me miraba fijamente con una sonrisa malévola, justo cuando quise salir corriendi el me cogió de la mano y me sumergió en aquel río de sangre del cual no pudr salir.

Desperté muy alterada, pude fijarme en que aún era de noche y me dispuse a tomar un vaso de agua para calmarme. Fuí a la cocina, llené un vaso y me fuí fuera de la casa para sentarme y bebermelo tranquilamente.

Al cabo del rato la luna empezó a irse para dejar paso a un nuevo día. Entré dentro de casa y entré en la habitación de Jeff. Parecía mentira que fuera un asesino. Estaba tumbado en la cama y dormía como un angelito, era gracioso porqué dormía con una toalla que le tapaba los ojos, supongo que le gustará la oscuridad completa.

Era la primera vez que estaba ahí y no quería que fuera la última. Estar ahí me hacía recordar a lo que un día fue mi hogar, me tumbé a su lado y le susurré al oido:

-Jeff, estoy lista.

Justo después de decir eso el me abrazó fuertemente y poco después me volví a dormir.

Mi peor pesadilla ...ahora mi locura (Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora