La nerd perfecta

Capitulo 5••••••••••

Cuando llegue del centro comercial estaba llena de bolsas así que fui directo a mi habitación y las deje en el suelo. Me cambie de ropa me puse unos shorts y me puse una camisa olgada color roja y me puse unas zapatillas color blancas.

Baje a la cocina y por suerte no estaban mis padres como siempre cojo una manzana y me tire en el sofá a ver la TV, me fije en la hora y ya habían acabado las clases.

Después de 20 minutos aproximadamente tocaron la puerta:

-ya voy!!- le grite al que tocaba la puerta pero siguió tocando la puerta desesperadamente.

- carajo, dije que ya voy cual es el ajoro- así que me levanté rápidamente y abrí la puerta y me lleve una sorpresa era Allan.

-que es ese vocabulario señorita- me dijo el con tono divertido pero cuando vio que lo miraba seriamente cambió el semblante.

- no estoy de humor así que dame la estúpida tarea y vete de mi casa- le dije sería y enojada.

-en realidad no vine a eso- me dijo nervioso

-bueno y entonces a que, a burlarte de mi?- dije a punto de llorar.

- vine a pedirte disculpas por tratarte como sí no valieras nada en todos estos años- dijo arrepentido como sí de verdad lo sintiera.

-y- yo no puedo perdonarte no sabes el dolor que me causas, por tu culpa no tengo amigos y nadie se me aserca, tu eres el causante de mi sufrimiento así que lo siento pero no voy a perdonarte- le dije ya llorando y sin esperar a que el dijera algo entré a la casa y le cerré la puerta en la cara mientras el gritaba que le abriera pero eso no hiba a pasar.

Subí corriendo las escaleras y me tire en mi cama a llorar como nunca antes lo había hecho.

El chico que me gusta me pide perdón por tratarme como mierda y yo no le doy ni una oportunidad, pero se lo merece para que sepa como me siento yo , ciendo rechazada por todos. Cuando miré por la ventana estaba entrándo a su casa pero aún podía ver su cara y el estaba, esperen un momento Allan estaba llorando ósea que sí lo sentía y que estaba sufriendo por todo lo que le dije, pero como dije antes el merece sufrir. Como yo lo hago por su culpa.