The fruit of our love- Chanbaek

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-No me lastimen...por favor- dije en susurros con lágrimas brotando de mis ojos

Mi cuerpo dolía y temblaba, mi cabeza punzaba y mis ojos se sentían débiles, las personas que me golpeaban solo reían y hablaban cosas entre ellos, mientras yo solo podía llorar y suplicar para que no siguieran golpeándome a mi y a mi bebé.

Logré divisar un auto que venia a toda velocidad en ese callejón en él cual me encontraba en él frío suelo tratando de proteger mi vientre, de ese auto salio un hombre alto, no logré verle él rostro debido a mis lágrimas y mis ojos que estaban cerrándose, ésa persona golpeó a los que ahora trataban de huir luego de haberme golpeado, traté de decirle unas palabras al chico que corría hacia mi, pero mi voz no salia, el se puso a mi altura y me tomó en sus brazos, me subió al auto para luego acelerar

-no cierres los ojos baek, por favor - dijo él chico, apenas y podía escucharlo, no estaba consiente de nada a mi alrededor, por el tono que aquella persona hablaba podía sentirse tristeza y preocupación- todo estará bien, tu y nuestro hijo te lo prometo

Logré escuchar esas palabras a lo largo, mi mente solo pensaba en mi hijo en que no le pasara nada

llegamos al hospital y me pusieron en una camilla, me llevaron a labor y parto porque mi bebé según lo que logré escuchar estaba en peligro, las enfermeras trataban de que yo no cerrara los ojos porque si no se haría muy complicado y eso trataba de hacer, pero mi cuerpo reaccionaba de lo contrario

-vamos chico tu puedes contaremos hasta tres y vas a pujar- dijo la doctora

No tenia mucha fuerza sentía mi cuerpo débil y a dolorido, traté de hacer lo que me decía la doctora y juntando la poco fuerza que me quedaba puje sintiendo mucho dolor en mi zona baja

-un poco más y tendrás a tu bebé- alentó la mujer

-no... p-puedo... Más - apreté mis ojos
tratando de aguantar el insoportable
dolor

-claro que si puedes muchacho- acarició mi cabello la enfermera que se encontraba a mi lado- tienes que ser fuerte por tu hijo

Tomé su mano fuertemente y lo intenté una ultima vez escuchando a lo lejos un llanto y las enfermeras gritando que trajeran mas sangre.