Sentí como rayos de sol daban en mi cara y eso me hizo pensar porqué dormiamos con las cortinas abiertas, era algo molesto. Abrí mis ojos lentamente para que la claridad no me pegara como un balde de agua fría. Mire la hora en el reloj y eran las ocho de la mañana, podría seguir durmiendo si no me hubiese dado el sol en toda la cara.
Di media vuelta para quedar en frente del hermoso joven que tenia como novio, Shawn. Al verlo dormir largue una pequeña risa, estaba con la boca semi abierta y se veía muy chistoso. Inmediatamente agarré mi celular y tomé una foto.
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Este chico se ve adorable hasta cuando duerme de una forma chistosa. No pude evitar dejarle un beso en la mejilla.
- Podría despertar por tus besos toda mi vida. Seria maravilloso. -dijo con una voz grave.
- Podría despertarte con besos toda mi vida.- le dije mientras le acariciaba la mejilla. Él abrió sus ojos y me miró burlón.- ¿Qué? ¿acaso eres el único que puede ser cursi en esta relación?- sabia que su mirada se debía a mi comentario y me hice la ofendida. Shawn me enredó en sus brazos haciendo que quede debajo de él.
- Obviamente que no cariño. Puedes ser tan cursi como quieras, te hace ver adorable- dijo eso y deposito un beso en mis labios.
- ¿Quieres ver algo adorable?- él me miro raro.
- ¿Supongo?- dudo en que responder.
-Esto definitivamente es adorable y chistoso a la vez- dije mostrándole la foto que le tomé mientras dormía.
- ¡t/n, borra eso ya! Parezco super horrible. - dijo intentando sacarme el celular pero fui mas rápida y salí de su agarre comenzando a correr escaleras abajo.
- No pareces, lo eres amor- le grite mientras corría y reía de una forma malvada ya que me estaba siguiendo.
- ¡Ya verás! - al decir eso tropecé y caí de cara al piso haciendo que shawn se ría despiadadamente.
- No rías, me dolió- dije levantándome. Shawn me vio y dejo de reir para poner una cara de preocupación mientras se acercaba.
- Amor te lastimaste, esta sangrando- dijo cargandome como a una princesa- te curaré - me dejo con delicadeza en la cama y se dirigió hacia el baño volviendo con las cosas para curar la herida. Empezó a pasar un algodón en ella limpiando todo rastro de sangre.
- Serías un doctor muy bueno - digo con una sonrisa viendo lo concentrado que estaba curando mi pequeña herida.
- Y no olvides sexy - mencionó giñando un ojo.
- Egocéntrico - dije riendo.
- Bueno paciente, la herida ya esta limpia.
- Gracias doctor. - dije siguiendo su juego.
Él rió y unió nuestros labios en un hermoso y calido beso.
