Traición

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El amor en ocasiones es difícil, es necesaria la confianza, el respeto y sobre todo la fidelidad, hay quienes entregan todo cuando aman y hay quienes no son capases de sacrificarse por quienes dicen amar.

Tony tenía un secreto, un muy grave secreto, sabia que si Steve se enteraba todo entre ellos terminaría y era algo que realmente no quería a pesar de todo él "anciano" como él lo llamaba se había logrado colar en su corazón, por ello había tomado una decisión, tenía que informarle a la otra persona involucrada en su secreto.

—Hola, Bruce soy yo, tenemos que vernos hay algo que quiero decirte, si donde siempre, hoy a la misma hora adiós — a pesar de saber que hacia lo correcto se sentía mal, mal por que el jamas había tenido que elegir entre dos personas, jamás había tenido una relación que tenia que cuidar, nunca tuvo que pensar en los sentimientos de alguien mas y ahora tenía que hacerlo aunque quizá ya fuera tarde.

Bruce no sabia que pensar con la llamada que acababa de recibir se había prometido a si mismo que si volvía a recibir una llamada de Tony se negaría a asistir poniendo cualquier escusa, tenia claro que no podían continuar con sus continuos encuentros ambos tenían pareja, no quería arriesgarse a perder a Clark  y dudaba que Tony quisiera perder a su rubio tenían que poner fin a eso y lo haría en cuanto lo viera.

—¿Bruce quien era? — la pregunta de Clark lo saco de sus pensamientos.

—Era Tony Stark, quiere hablar conmigo debe ser algo relacionado con el trabajo y la alianza de nuestras empresas — dijo de forma monótona, mentirle a Clark sobre sus encuentros con Tony se había echo costumbre hace tanto tiempo, escucho a Clark gemir y gruñir.

—No me agrada Stark — según Clark, Tony veía demasiado a Bruce y no de una manera que a el le agradara, sabia que probablemente ellos hubieran tenido algo que ver pero jamas se había atrevido a preguntar por miedo.

—Si, si ya se, me mira demasiado — en cierta medida le provocaba un poco de risa el echo de que a su pareja no le agradara Tony y a Steve no le agradara él.

Sin duda alguna ambos hombres eran muy suspicaces pero el amor que sentían por sus respectivas parejas les hacía imposible dudar de ellos por lo que toda sospecha recaía siempre sobre alguien más.

—¡No, no, no! — el rubio repetía una y otra vez las mismas palabras en sus manos se encontraban fotografías del hombre al que amaba con alguien más, junto con una carta anónima informándole con lujo de detalle todas las veces que lo engaño junto con una dirección y hora, diciendo que ahí encontraría la verdad, se decía a si mismo que las fotos podían ser muy antiguas o incluso no ser reales, las lágrimas se acumulaban en sus ojos, sentía como su corazón era estrujado y se rompía en mil pedazos.

Algo parecido le sucedía a Clark Kent después de desayunar con el que él consideraba el amor de su vida, emprender el viaje a su ciudad y encontrar un sobre que había sido metido por debajo de su puerta, solo teniendo escrito en el su nombre, aunque en este no se veían imágenes de Bruce engañándolo si podía verse al millonario entrando y saliendo de diversos lugares incluyendo hoteles y restaurantes, con una sencilla nota que decía "Él no es lo que parece abre los ojos y velo por ti mismo" con una dirección y hora incluidas.

Ninguno de los dos sabia de que se trataba, si era una broma o era real pero ambos estaban dispuestos a averiguarlo aun que se rompiera su corazón y su vida perdiera sentido.

El amor en ocasiones es difícil, es necesario el cariño y cumplir las promesas, hay quienes se arrepienten de sus errores por amor y hay quienes cometen estos en el nombre del amor o lo que ellos creen que es amor.

—Tony no podemos seguir con esto, no quiero herir a Clark — Bruce daba vueltas en circulo por la habitación de manera nerviosa evitando a toda costa mirar a su amante.

—Ni yo a Steve, si alguna vez se enteran de lo que a pasado en esta habitación todo se terminaría — seguía con la mirada al hombre analizando sus movimientos y admirando cada una de las formas de su cuerpo que a pesar de ser cubiertas por el traje reconocía perfectamente — Entonces esto es el adiós —

—Si, así parece — dijo por fin deteniéndose y mirándolo.

—Quien diría que meses del mejor sexo de mi vida acabarían así de simple — Tony hablaba de manera despreocupada sin saber que tras la puerta y la ventana se encontraban escuchando todo dos hombres que habían entregado su alma, corazón y vida a quienes no la merecían ¿Cuanto tiempo los engañaron?

—Todo lo bueno acaba Stark — contesto bruce con una pequeña sonrisa en el rostro, si este iba a ser el fin de sus encuentros por lo menos habrían de sacarle el máximo provecho ¿no? — Pero no te parece que terminar todo así como así es demasiado no se impersonal, creo que deberíamos llevarnos un recuedo mas grato de este día — dijo mientras se acercaba de manera deliberadamente lenta al cuerpo sentado en la orilla de la cama, si ese seria el ultimo día que se verían, al menos seria un día que ambos recordarían, bueno un día que todos recordarían pero no de la misma manera.

Ninguno de los dos sabia que hacían aun en ese lugar, pero sus piernas no funcionaban y se debatían entre entrar a la habitación y gritarles a ambos hombres o salir corriendo/volando lejos, lejos de los sonidos de besos y jadeos, ropa cayendo y piel chocando, lejos del sentimiento de dolor.

Cerca del lugar se encontraban dos mujeres que aunque no se conocieran, ni supieran que habían tenido la misma idea para separar a las parejas miraban el mismo edificio comprobando que los hombres que ellas decían amar hubiera asistido, para poder ver la traición con sus propios ojos, para que se decepcionarán que por fin terminaran sus relaciones y por fin fueran suyos.

Al final el dolor fue mas fuerte y las lágrimas salieron, Steve se sentó en medio del pasillo a llorar sin importarle quien pudiera verlo, solo pensando en la farsa que había vivido a lado de Tony y el amor que este juraba tenerle, el tiempo se fue en un abrir y cerrar de ojos y sin darse cuenta el causantes de su dolor salían de la habitación deteniéndose de golpe al verlo ahí en el piso con lágrimas en los ojos y el rostro desencajado.

—Steve yo...— no sabia que decir lo que quería que no ocurriera termino pasando.

—Tony olvidaste tu...— Bruce salio presuroso del cuarto con un celular en la mano tratando de alcanzar al genio pero chocando con este, el cuál seguía parado en el mismo lugar.

Steve sin saber que hacer se levanto del piso dando la vuelta y corriendo lejos de ambos hombres, no soportando verlos ni un segundo más.

Justo en ese momento un teléfono sonó

—¿Diga?—

—¿Por que?— la voz al otro lado se escuchaba rota

—¿Clark? ¿Que pasa?—

—¿Por que? Acaso les divierte romper el corazón de las personas —

A pesar de ver a Steve salir corriendo Tony se mantenía parado en la puerta, sin saber si debía salir tras él o simplemente dar todo por perdido, escuchando vagamente a Clark por el teléfono

—No, Clark dejame explicarte esto se acabo —

—Eso ya no importa, lo que me duele es que allá sucedido, se que talvez no soy lo suficiente para ti, no tengo los millones de Stark, ni soy un genio pero... Pero yo... te amo — la palabra fue dicha con dolor y tristeza, tanta que ambos hombres las sintieron y por primera vez se dieron cuenta de las verdaderas consecuencias de sus actos.

Antes incluso de que Bruce supiera que decir la llamada se había cortado, este miro a Tony que seguía viendo el pasillo por el que desapareció su novio aunque dudaba que siguieran siendolo.

Steve corrió por las escaleras del hotel hasta llegar a la salida de emergencias y siguió corriendo sin detenerse hasta que su cuerpo ya no pudo mas, se dejo derrumbar en un pequeño callejón, el siempre lo supo, algo dentro de él le dijo que no podía ser verdad la felicidad que experimentaba, que el amor que Tony decía sentir era una farsa, no había querido escuchar a  todas aquellas personas que le advirtieron y ahora estaba ahí en un oscuro callejón sufriendo por alguien que talvez nunca lo quiso, miles de preguntas inundaban su mente ¿Tony solo jugo con él? ¿No lo amaba? ¿Acaso no era suficiente para él? ¿Cuanto tiempo lo engaño?

Ninguno de los cuatro hombres sabia que hacer a partir de ese momento pero si de algo estaban seguros era que nada volvería a ser igual y dos de ellos que muy probablemente jamas pudiera volver a confiar, a amar.

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