FLOTAR

Parálisis

Para la RAE la parálisis es la detención de cualquier actividad, funcionamiento o proceso, y exactamente de esa forma me sentí.

Realmente es una historia muy graciosa, porque eres de esas personas que no esperas conocer nunca en la vida porque realmente no haces nada para hacerlo, no le hablas, no le buscas y sin embargo le tienes una admiración a lo lejos, sobre lo que hace y lo que vivir al margen de su vida te permite saber. A mis dieciocho años no esperaba encontrarme tan de cerca contigo, no compartíamos clases, teníamos pocas cosas en común y eso no impidió que la vida me tendiera curiosas trampas psicológicas.

Luego de crecer, partir y tomar caminos distintos, no me olvide de él por completo, sabía que estaba en una relación, de la vida tan disciplinada que llevaba. Así que, simplemente, continué.

Pasó el tiempo y poco volví a saber de él, con el paso del tiempo descubrí que teníamos amistades en común, no le tomé importancia al fin de cuentas no era común que yo llegará a coincidir con ellos.

Las cosas cambiaron una tarde de verano, se lo cliché y vendida que está la frase, pero así fue. Me reuní con mis amigos y juntos fuimos a una competencia de uno de ellos. Algo había escuchado de él estando en esa misma competencia, pero me parecía realmente imposible tanta coincidencia, no creía verlo por ahí ese día.

Cuando llegamos el ambiente se sentía realmente húmedo, y no esperaba menos para un lugar lleno de agua. Cuando entramos estábamos en un amplio vestíbulo donde muchos competidores iban y venían, todos con una maleta colgada al hombro, algunos con auriculares y otros platicando con sus mismos compañeros.

En el lugar había un ventanal con vista a la alberca, había un total de ocho carriles y en cada uno de ellos se encontraba algún nadador compitiendo, en ese momento se estaba llevando acabo la competencia de una categoría menor, mi amigo se despidió de nosotras y fue a encontrar a su equipo, para luego entrar a las duchas. Mi amiga y yo decidimos subir directo a las gradas, cuando estuvimos arriba comencé a observar todo a mi alrededor, se sentía aun la humedad en el ambiente y comenzaba a sentir un poco de calor. Sin algún motivo en especifico miré por una de las ventanas que se encontraban ahí, daban una perfecta vista de todos aquellos que llegaban desde el estacionamiento, y fue cuando lo vi.

Oí a mi amiga preguntarme algo, realmente no supe que fue lo que me dijo. Esta absorta en una oleada de sentimientos que nunca antes había sentido, de pronto sentí como se me cortaba la respiración y mi corazón se aceleraba.

Ni siquiera estaba cerca y tenía un efecto sobre mí, que no sabia como manejar porque nunca nadie más me había hecho sentir de esa forma. Volví a la realidad y comencé a platicar con mi amiga. Al poco tiempo, mi amigo se nos unió y nos explicó que su competencia se había retrasado, me concentre en ver nadar a los participantes mientras escuchaba a mis amigos platicar sobre algo, la natación era uno de mis deportes favoritos, nunca había competido pues no tenía la disciplina para aceptar entrar a algún equipo. De reojo pude ver como muchos de los compañeros de mi amigo se sentaban cerca, y otros competidores hacían lo mismo, debían esperar que terminara la competencia que estaba actualmente.

Finalmente logré tranquilizar mis pulsaciones y volví a respirar con normalidad, volví a la realidad y tuve una conversación más sin sentido con mi amiga. La verdad, la estaba pasando muy bien, pero eso no podía ser así porque él se acerco y una vez más mi corazón se disparó, lo escuché hablar por primera vez en mucho tiempo y quise que lo siguiera haciendo.

Mi amiga era consciente de mi repentino cambio, incluso se llegó a reír un poco de mi, de no haber sido yo la que estaba en esa situación, también me hubiera reido.

Fue ese momento en el que me sentí paralizada, no sabía que hacer, estaba justo detrás de mí platicando, yo estaba inmóvil viendo hacia el agua. Escuche sonar un silbato y luego vi caer personas al agua, pero mi mente no maquinaba nada que no fuera unas inmensas ganas de irme, pero ni siquiera eso podía hacer, me encontraba totalmente inmóvil, en una sola posición, lo escuché reír con sus compañeros, al igual que lo escuché hablar con mi amigo. Mi interior retumbaba por la velocidad en que mi corazón latía, no tenía idea de que era lo que estaba pasando conmigo, respiré profundo y me enfoqué en las pocas palabras que escuché de mi amiga, giré lentamente y logré verlo de reojo. Estaba sonriendo, así como antes, con las esquinas de los ojos más pequeñas de lo normal. Alcanzaba a ver un par de dijes colgar de su cuello y un reloj envolver su muñeca, no podía dejar de pensar en lo bien que se veía, a pesar de vestir la misma playera negra que su equipo completo para mi seguía sobresaliendo del resto y hasta cierto punto me parecía molesto.

Di un vistazo rápido a la alberca pero volví a voltear hacia atrás al escuchar un grito que llamo la atención de la mayoría ahí. Por instinto lo mire a él, esta vez fue distinto pues me miró de vuelta, su entrecejo se frunció, como si tratara de recordarme pero dejó de pensarlo al ver que sus compañeros se iban.

Lo vi bajar las gradas sin mirar atrás.