La devastación de una vida imaginaria.

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Es el año 2018 un año particularmente igual a todos o eso creí yo.
Llevaba una vida de engaño, lo único bueno en ella era mi familia y mi pareja que eran las únicas persona que veían por mi. Mi vida constaba de diversión según a mi manera, pues el único compromiso que tenía era la escuela y por supuesto nunca cumplí con el, pues prefería ir a perder el tiempo que ir a estudiar, claro que iba en una buena escuela, no de paga, me quede por conocimiento o algo así, pero siempre me gustó más el relajo, andar tomando, drogandome, fornicando con muchachitas a las que les endulzaba el oído.

¡Esperen!, ¿No les he dicho mi nombre ni mi edad?, muy seguramente pensarán que soy una persona de edad avanzada para hacer lo que les estoy contando. Pues no, me llamo Erick, tengo 17 años y soy un estudiante de preparatoria, aclarando esto pues regresaré a mi relato.

Pues básicamente esa era mi vida, estar sobresaliendo entre otros chicos de mi edad por mis contactos y facilidades para conseguir drogas, en la facilidad que tenía para tomar sin hacer el ridículo, mi vida parecía un paraíso hasta que empecé a tener verdaderos problemas.
Estuve jugando con las drogas, hasta que una me dominó, eso sí, después de consumir drogas nunca vuelves a ser el mismo, se pueden dejar pero no serás la misma persona alegre de antes. El punto fue que empecé a trabajar para mi vicio, en cuanto tenía dinero iba a comprar para consumir, empecé a gastarme dinero que no era mio, empecé a pedir dinero regalado o prestado. Yo siempre decía que todo marchaba bien hasta que un día recurrí a empeñar mi celular por la falta de dinero y mi inmensa ansiedad.
Es ahí cuando todo se empieza a derrumbar...

Las repercusiones de errores jóvenes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora