Juntos

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No recuerdo cuando nos conocimos, sólo sé que en el recuerdo que podría considerar más lejano está él. Jugábamos entre nosotros y con los muñecos pertenecientes a quien se hospedaba en la casa que estabamos, un sinfín de veces reímos, y otras tantas lloramos por tonterías, es la etapa de niñez.

éramos demasiado puros, queríamos descubrir nuevos mundos, y descubrimos uno cuando por mera curiosidad quisimos saber qué sentían los actores de las películas que veíamos al besar a otra persona ajena; ahí fue donde caímos en un mundo totalmente diferente, en donde todo lo que hacíamos nos terminaría resultando en un gran error a la vista de los demás, como si esa sensación tan placentera cuan comer un helado en un día caluroso hubiese sido el portal a una dimensión paralela. En su momento no pasamos la idea por alto y quisimos regresar a nuestra realidad haciendo lo mismo, juntamos nuestros labios, los movimos; sí, estábamos en otra dimensión; pero continuabamos en la misma realidad.

Entrelazar nuestros dedos por diversión de a poco se convirtió en algo cotidiano, y después en una necesidad cuando estábamos juntos, al igual que ir a esa otra dimensión que se abría cuando nuestros labios chocaban. Éramos niños, teníamos 9 y 10, sin embargo la pureza seguía ahí, por lo que no comprendiamos por qué los adultos y hasta los mismos niños nos veían desaprovatoriamente, en ocasiones incluso nos insultaban.

No fue hasta que entramos en secundaria que nos dimos cuenta de lo que pasaba, los besos en la boca son símbolo de que amas a alguien de manera romántica, el agarre de manos con una persona es para que no se pierda y estar seguros de que sigue ahí, pero si a esto le agregamos los dedos entrelazados es una manera corporal de decir "no quiero que te vayas de mi lado, tienes que saber que estoy para ti como tú debes estar para mí". Los besos en la mejilla es algo común hasta utilizado como un saludo, más los nuestros eran con mucho cariño y sin razón específica. Los abrazos son una forma de decir "no temas, yo te protejo", y las caricias tanto voluntarias como involuntarias son una forma de decir "como quiero verte feliz te consiento". Todo lo que hacíamos era de una manera romántica y no nos dábamos cuenta.

Pensé que después de la pubertad eso iba a cambiar, mas no fue así, tanto mis sentimientos por él como los suyos por mí se intensificaron, varias veces nos tratamos de alejar para pararlos, pero estos en lugar de desaparecer crecían hasta tal punto que dolía del espacio que ocupaba en tu corazón, que se expandía tanto que te era difícil respirar y empezabas a llorar; o por lo menos eso sentía.

Terminamos corriendo el uno al otro con lágrimas, nos dimos un abrazo que decía "no intentaré separarme otra vez" y un beso en los labios que decía "es una promesa", prometimos estar Juntos hasta el fin.

No nos importó mostrar abiertamente nuestra relación a pesar de que una entre dos hombres no era bien vista, o más bien no lo es. Nuestras manos a veces sudaban juntas pero no nos importaba para nada, nuestros labios terminaban inchados y tampoco nos importaba.

Tres años en esa escuela y tres soportando malos comentarios, críticas y a veces hasta amenazas. Pensé que llegando al siguente nivel escolar iba a ser mejor; me equivoqué.

Todos eran unos homófobos de mierda, y perdóneme usted gran señor por utilizar esa palabra, pero no se me ocurre mejor termino entre las pocas palabras altisonantes que sé. Apenas nos vieron insultos vinieron encima, le pedí a mi mamá y a la suya que nos cambiaran de escuela, pero se negaron, ahora están llorando y lamentándose de no habernos hecho caso, sólo quisiera decirles que está bien, no fue su culpa totalmente.

La peor parte llegó cuando saliendo de la escuela decidimos desviarnos un poco y comprar paletas de hielo, tal vez la peor mala idea que tuve en lo que fue mi vida, pues ahí no hubo directiva alguna que les impidiera tanto intimidarnos como golpearnos sin piedad. Lograron tirarlo al suelo, me pidió que corriera y avisara a alguien de lo que pasaba, pensé en hacerlo hasta que los mismos chicos del grupo dijeron "sí, ve, hazlo y déjalo aquí" fue ahí cuando decidí quedarme, porque sabía que de no ser así sería probablemente la última vez que lo vería.

Golpeé al que su pelo estaba tintado de naranja, sentí una gran sensación de libertad y mientras veía como mi novio se ponía de pie le volví a pegar. Se pusieron a la defensiva, nos golpearon repetidas veces que ni siquiera podía ver de qué parte había llegado el golpe. Tuve nuevamente la oportunidad de escapar, pero tenía una promesa, y él una pieza de madera grande, con la cual me pegó y quedé tendido en el suelo.

Lamento no haber podido protegerlo, lamento mucho haber tomado ese rumbo, lamento demasiado no haber puesto en su lugar a esos chicos, pero lo que más lamento es que no tengan un castigo grande por lo que hicieron debido a que son menores de edad.

Lo último que sentí fue la mano de ChenLe tomando la mía antes de perder la consciencia.

Ahora estoy aquí, frente a usted gran señor, contándole cómo fue que llegué aquí, pues según comprendo, el pecado que cometí fue enamorarme de un hombre siendo yo uno, porque usted creó al hombre para la mujer y a la mujer para el hombre, sin embargo la mente es propia y por ella es que los gustos se crean.

Usted dice que no hay pecado, pero los demás aseguran que lo hay.

Entonces mi pecado fue no cumplir la promesa, ya que no llegamos aquí Juntos, solamente llegué yo, y él ya no recuerda que alguna vez tuve existencia en la tierra.

Usted gran señor me dice: ¿tendré sentencia o mis pecados han expiado?

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2020 ⏰

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