Cap 4: La cocina encantada y la mujer

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-Ya pasaron dos años... Mi vida cambió... A una mucho mejor!!

Hace un tiempo me cambié de instituto conseguí un grupo de amigos que me escuchan, ya les conté todo este tema paranormal, les intereso mucho me preguntan de vez en cuando, dejando eso de lado... Me encanta esta vida, es más, la adoro!!!

Dejamos la anterior ciudad y nos vinimos a vivir a una que es más colorida donde no te roban, donde no te insultan cuando te equívocas mientras conduces y te saltas un stop, etc.
Es perfecta, pero en el instituto no es todo color de rosa...

Hoy empiezo el tercer día de instituto y espero que siga yendo bien.

Después de ducharme, vestirme y arreglarme, me decido a bajar a la cocina para desayunar, abro la nevera y agarro la leche para mi colacao y la cierro, la dejo en el mármol de la encimera y me dirijo a un armario donde se guardan los alimentos que no necesitan estar en la nevera, agarro los cereales y los pongo en un bol con una cuchara.

Mi madre entra en la cocina y me pregunta por que no desayunaba me juró a ella dejando de hacer la leche y le señalo el sitio donde se encontraban los cereales, el bol y la cuchara, pero... No estaban!

Me quedo perpleja por unos instantes mirando para donde estaban las cosas desaparecidas, voy al armario donde estaban los cereales, los veo en el fondo del armario tumbado con cereales alrededor como si alguien los hubiese tirado.

Mi madre me pregunta lo mismo otra vez , por que no desayunaba, le dije que los alimentos habían desaparecido del mármol y puestos otra vez en su sitio, como era de esperar ella no me creyó.

Me preparé todo otra vez y cuando acabe me fui al instituto donde me esperaban mis amigos, inunda vamos los pasillos de risas, hablábamos de cosas absurdas hasta que llegamos a las aulas donde nos teníamos que separar.

Cada uno se iba por un lado, me fui a mi aula donde se hallaban compañeros que no conocía, nadie se me acerco todos se conocían entre ellos, hasta tenían grupos.

Habían tres grupos, el de los "populares", el de los "normales" y el de los "Fikis", yo estaba en el de los normales apunto de ser una friki o eso dicen... La verdad es que pienso que no deberían existir estos grupos.

Después de un largo día en aquella escuela, vuelvo a mi casa y como dicen, en casa se esta mejor que en ningún sitio.

Abro la puerta de mi casa y el único que me saluda es mi hermano, me salida con un, hola y, un beso rápido en la mejilla, siempre me da un beso en la mejilla por que sabe que me incomoda eso.

Mi reacción fue darle un codazo y abrir la boca para hablar.

- Te odio - digo roja como un tomate.

- Yo también te quiero hermanita - me dice con una sonrisa burlona.

Con una señal me indica que me siente en la mesa donde ya están los cubiertos, los vasos, servilletas y dos botellas de bebida diferentes.

David se dirige con paso ligero a la cocina donde no tarda en aparecer con dos platos de comida que huele muy rico.

- Que aproveche - dice mientras deja el plato de comida

Asiento con la cabeza y me meto un trozo del estofado que ha hecho mi hermano, hay que admitir que esta riquisimo.

Mientras devorábamos la comida hablábamos de diferentes cosas, cuando acabábamos nos dirigimos hacia la cocina con los platos manchados de la comida que había.

Los dejamos en el fregadero y los dos nos fuimos al comedor para descansar cuando se escucha un ruido en la cocina, los dos nos miramos, yo lo miraba con mis hijos azulados y el con sus ojos de cada color, un azulado en uno y en el otro un verde brillante, el hable la boca para hablar.

- ¿Que ha sido eso? - me mira confundido y a la vez asustado.

- No lo se ¿Vamos a mirar? - David asiente con la cabeza no muy convencido.

Con un paso lento nos dirigimos donde provenía el ruido que nos asustaba, asomamos la cabeza en la cocina, lo que vimos nos encogió el corazón, delante del fregadero había una mujer con ropas negras tenia el pelo muy largo y liso que le llegaba por la cintura, la mujer estaba fregando los platos cuando se para y con un movimiento brusco gira la cabeza para observa nos, sus ojos dan miedo no tenia párpados, en sus labios tenia una sonrisa de oreja a oreja, literalmente.

La mujer con pasos lentos se acerca a nosotros aun con esa terrorífica sonrisa.

- !!!!Aaaaaaaah!!!! - grito mientras algunas lágrimas caen por mi rostro rápidamente.

David me agarra de la mano i me arrastra fuera del lugar habré la puerta de la casa en la que nos encontramos cuando ya estábamos fuera cierra la puerta rápidamente para ir al parque de al lado, llegamos y lo único que hacemos es sentarnos en uno del los columpios que había.

En esos segundos de silencio mi cabeza se llena de pensamientos.

Otra vez no... ¿Por que...a nosotros...?

Me niego a pasar otra vez por lo que pase...

¿Por que... Por que... Por...que...?

Siento que alguien me toma de la mano que hace que levante la mirada rápidamente, David me mira con mirada triste, asustada y preocupada.

- ¿Estas bien...? - dice mientras clava sus hermosos ojos peculiares.

Yo niega con la cabeza lentamente, este al instante me abraza, tardo unos segundos en corresponderle al abrazo y cuando lo hago me abraza más fuerte.

(...)

Ya es por la mañana, me levanto de mi cama por el desagradable ruido del despertador y me dirijo al baño para ducharme pero antes me labor la cara para despertar me.

Alzo la mirada para el espejo y doy un bote del susto y dos pasos para atrás, el el reflejo se ve a la mujer con su sonrisa terrorífica.

Hola!!

Lo se, lo se.
Lo he hecho muy largo lo se, pero mi imaginación exploto y lo cambie un poco bastante, tal vez haga lo mismo con los siguientes capítulos, si queréis.

Decir me, los pocos que leen mis historias, si queréis que los siga haciendo largos tal y como este.

He pensado en hacer otra historia diferente a esta, me gustaría que me dije seis de que tema queréis que sea.

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Bye!

Una vida no muy normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora