"Parecía durar por horas
Parecía durar por días
Esta dama de las flores
Y su hipnótica mirada"[Lady Of The Flowers - Placebo]
Tony Stark no sabía cuando empezó todo exactamente.
Tal vez, algo brotó en el momento en que vio de nuevo a Stephen vivo y a su lado en el caos de la batalla, o tal vez incluso antes, el segundo en que creyó que realmente había sido el Hechicero el que había golpeado su trasero en el Sanctum.
También era posible que haya pasado mucho después, el día que Tony finalmente decidió ir a reunirse con él. Al principio, él sólo se proponía a agradecerle al Hechicero y luego voltear y retirarse; así que, cuando vio al otro a la mitad de una lectura, con sus ojos azul cielo que parecían bastante concentrados y su definida silueta reflejada hermosamente por los rayos de sol provenientes de una ventana, simplemente se quedó sin habla y completamente indefenso.
Sin embargo, los verdaderos primeros síntomas empezaron un día, varios meses después de que Pepper lo dejara –¿quién podría culparla?– y una amistad formada por pequeños favores y agradables conversaciones floreciera entre ellos.
El hormigueo en su garganta se volvió una parte de su plana rutina: estaba presente la mayor parte del tiempo, haciéndolo rascarse y toser más veces de las que podía contar. Al principio, Tony creyó que se podría acostumbrar, ignorando la inconveniencia al almacenarla en una esquina polvorienta de su mente, pero mientras más ignoraba el problema, más dolían sus pulmones; al final simplemente aceptó vivir con una molestia en su cuello.
Picaba.
A veces se sentía como raíces creciendo y rasgando su interior, pero Tony, tercamente, se forzó a sí mismo a tragar su saliva y un bulto de masa que, últimamente, podía saborear en la punta de su lengua junto a la sangre.
Entonces, Stark al menos sabía cómo había empezado.
Strange verdaderamente era un hombre fascinante: tenía una mente aguda, le seguía el ritmo a las bromas de Tony y raramente sonreía –y aun así, cuando sucedía, todos sus rasgos cambiaban, y Stark incluso lograba ver el vistazo de una chispa en lo profundo de sus ojos–.
Pragmático y analítico, el Doctor era una carta de triunfo que debía usarse en el momento más apropiado, una tentación que Tony tuvo que alejar de su corazón, manteniéndola a una distancia segura.
Nunca hubiera funcionado, de todos modos.
Así que, Tony decidió ver al otro lo menos posible, solo cuando sea absolutamente necesario, y dejar varios metros de distancia en caso de terminar estando en la misma habitación.
Como consecuencia, cuando una mañana se encontró al otro hombre flotando en su cocina, sosteniendo una taza humeante, Tony tuvo que usar todo su autocontrol para no gritar.
"¿Qué diablos?"
Stephen no respondió. Estaba perfectamente cómodo y absorto en un estudio voraz, mientras leía un libro levitando frente a él.
"Buenos días, Tony. ¿Té?"
Stark no tenía té
Nunca lo tuvo.
Él odiaba el té.
"Buenos días"
Una pausa.
Un respiro.
Se aclaró la garganta.
"¿Qué mierda estás haciendo aquí?"
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❝ Notre Dame Des Fleurs - and her hypnotic gaze ❞
FanfictionTony Stark no sabía cuando empezó todo exactamente. Tal vez, algo brotó en el momento en que vio de nuevo a Stephen vivo y a su lado en el caos de la batalla, o tal vez incluso antes, el segundo en que creyó que realmente había sido el Hechicero el...