A veces pienso en entierros. Más concretamente del mío. Me lo imagino por diferentes motivos, pero siempre pienso lo mismo. "¿Te enterarías?", " ¿Cómo?", "¿Vendrías?", " ¿Te dolería?", ¿Llorarías?". Preguntas estúpidas que siempre rondan por mi mente.
Aunque a veces también pienso en otro. En el tuyo. Pero el tuyo siempre es por lo mismo. Un accidente conduciendo. Y más preguntas rondan " ¿Me enteraría aunque hayamos estado mucho tiempo sin hablar?", "¿Podría ir?". Preguntas estúpidas, lo sé.
Alguna vez también he pensado en mi entierro pero fijándome en otra persona.
Mejor amiga, ¿cómo te recibirían?. Sé que te dolería y que irías sin duda, pero ¿cómo te recibiría toda esa gente que no te conoce de verdad, toda esa gente que no sabe lo importante que eres para mi?
Y también hay otra persona
Mi vida, aquella a la que más adoro. ¿Cómo te enterarías si estás tan lejos y nadie te conoce?, a veces pienso en dejarle indicaciones a alguien, o una carta, indicando que te avisen, porque lo mereces. Porque siempre serás a la que más adoro, y sé que vendrías, y lo pasarías mal.
A veces pienso en dejar una carta con unas pocas personas que merecerían saberlo. O una pequeña carta con un mensaje para dejar, aunque con uno diferente para dependiendo cuál fuera la causa.
Pero todo esto se queda en mi mente. Son esos pensamientos que nadie conoce de mi y que creo no sería capaz de contar o reconocer. Pero aquí quedaron escritos, dónde pocos saben quién soy realmente.