domingo

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En la cama de la clínica, minúscula como una princesita en su trono, la abuela se ríe y pide un flancito. Vos tenías miedo de no volver a verla así, de que se fuese ausentando por partes, hasta parecer un muñeco sin relleno. Cuando la despedis ella te agarra de la mano y te dice: Cuando me vaya, fijate que esté bien vestida.
A vos la garganta se te hace un bollito de papel, pero te apuras a responder:
Cómo te vamos a dejar salir desarreglada abuela.

Heart On My Sleeve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora