MIEDO

Miedo, a ti te escribo porque vienes haciendo de mí lo que te place, me detienes en cada impulso y me haces añicos cada vez que puedes.

Me sacas de mí, hasta el punto de no reconocer a la persona fuerte que era, que sacaba fuerzas de donde no era posible hallarlas, que tomaba iniciativa a una acción que quisiera emprender, los has dañado todo.

Me haces insegura cada vez que alzo el vuelo, y cuando te he echado de mi, atrevidamente regresas como los fantasmas.

Me pregunto, ¿cuál es tu siguiente juego hacia mi? ¿Hasta cuando me manipulas? ¿Qué debo hacer para arrancarte desde la raíz? ¿Será que tengo que mudarme de aquí, cambiar de nombre o rasgarme el corazón? Si deseas te compro un boleto para mandarte donde no puedas hacerle daño a nadie, o enterrarte donde ya no tengas como alimentarte.

Eres cruel, crees saberlo todo pero tengo la certeza que hay algo que te doblega, y estoy tratando de buscar eso, estoy buscando una salida, algo que me aleje de ti para siempre, pero aún no lo hallo, pero lo haré, lucharé hasta cuando no pueda hacerlo, aunque me sigas apuñalando seguiré caminando con la herida abierta porque sanará pronto, le tengo fe al mañana, al sol que sale entre las montañas, tengo esperanza en ese arcoiris que sale siempre después de una lluvia, porque sé de lo que estoy hecha, sé la persona buena y capaz que me he hecho, no me doblegaré por los míos, por mis sueños, por el amor que aparece de quien menos te lo esperas, lo haré por mí porque tú no me perteneces, has vivido aquí por mucho tiempo que ya es hora de que te largues, de echarte a patadas, se venció tu visita y estoy dispuesta a hacerte frente hoy, a comenzar una guerra y créeme que no miraré hacia atrás cuando te haya dejado, porque no fuiste condescendiente jamás conmigo, por no dejarme vivir y seguir.

¡Lo haré!