La Chica Del Alma Perdida (Jelsa)

¿Qué demonios está pasando?

Ambos estaban a punto de besarse, pero el golpe de la puerta hizo que se separaran.

Elsa: ¡Wow! ¿Que sucede?- preguntó sorprendida

Kyle: ¿Que carajo haces con él? - dijo en tono molesto casi gritando

Elsa: bailando - sonrió - sabes que me encanta bailar - dio un giro

Kyle: si pero con él no! - se acercó bruscamente a mi

Elsa: ok ok... Calmate - Elsa lo alejó de mi

Kyle: sabes que odio que estés con el, por que probablemente también piense que estas loca

Jack: ¡serás imbécil! – dije enojado – eso no es verdad

Kyle: por favor no finjas – tomó aire – Miles me lo ha contado todo – se sentó en el piso

Elsa: ¿contarte que?

Kyle: que Jack piensa que tus tornillos se han salido y que eres estraña

Jack: eso no es verdad

Elsa: sé que no lo es – me miró y sonrió

Kyle: Elsa no seas tonta. Jack solo quiere jugar contigo

Elsa: no eso no es verdad – dio un paso frente a mi

Kyle: claro que si. Hace eso con todas las chicas

Elsa: ¿y tú como lo sabes? – preguntó un poco molesta

Kyle: me lo ha dicho miles

Elsa: que te lo haya dicho Miles, no significa que sea verdad – rodó la mirada

Kyle: como sea, el no puede estar cerca de ti – se levantó rápidamente e intentó golpearme

Elsa: ya basta – gritó y lo empujó hacia atrás – ¡no puedes pelear con él!

Kyle: ¿y por que no?

Elsa: es mi nuevo amigo – me tomó del brazo

Kyle: eso no es justificación

Elsa: para mi lo es. Ahora vete por favor

Kyle: ¿estás escuchando lo que me pides? – dijo admirado – yo he sido tu más grande compañía, ¿y ahora me pides que me largue?

Elsa: por favor, no comiences – suplicó

Kyle: no me llames cuando no puedas dormir – Y salió aventando la puerta

Elsa: lo siento por eso – jugaba con un mechón de su cabello

Jack: no te preocupes – Sonreí levemente

Levantó su mirada y en sus ojos pude ver un pequeño destello.
Sus ojos tenían algo que lograban atraparte con tan solo unos segundos.

Jack: ¿siempre ha sido así?

Elsa: hasta que tú apareciste

Cuando estaba a punto de anochecer volví a casa. Solo estaba Miles. Muchas veces me preguntaba ¿dónde diablos se metía la tía Violet?

Miles: Jack ¡hasta que por fin llegas! — dijo emocionado

Jack: ¿en dónde está la tía Violet? — me senté en el sofá