Ay, dulce hipocresía.
De todo mi ser
eres la única dueña mía.
Pues no te soporto, de verdad.
Me provocas estragos sin cesar.
Te odio tanto pero tu me amas aún más.
Tantas promesas que realicé,
y esas personas ya no están.
Ja, qué detestable, lo sé.
Los errores son parte del humano, ¿cierto?
Se necesitan en el avance,
pero... al pensar esto solo me miento.
Solo justifico mis acciones.
Quizás todo sea mejor en un futuro
pero sé que no me salvaré de las sanciones.
Pues mi ser es hipócrita.
En mis venas recorre la mentira.
Me apiado de mi alma, pobrecita,
tiene que soportar a esta porquería.
Dos personas llevan a cabo mi tortura.
Dos personas se turnan en acabarme.
Esas dos personas una vez soltaron mi atadura
y ahora solo están en mi mente tratando de matarme.
Hacia mis propios principios acabo de cometer herejía.
Todo es tu culpa, maldita hipocresía.
Te arrancaría de mí
pero tan solo no puedo, ojalá algún día me libre de ti.
