Capitulo 26

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Anónimo


- ¿Tus ataques han disminuido?- El señor en bata se cruzó de piernas mientras lo miraba con atención.

El chico soltó una risa nerviosa -Si, es decir, han disminuido, pero siguen ahí.

-Eso es muy bueno ¿Hay alguna razón por la que han disminuido?

-No lo sé, usted es una de las razones si le soy sincero- El señor le sonrió con sinceridad -Todos estos meses me han ayudado mucho.

El chico se froto las piernas con nerviosismo, lo cual no paso de imprevisto por el señor.

- ¿Hay algo más que quieras decirme?

Había miedo en los ojos del chico, pero también seguridad.

-Voy a decirle

Los ojos del señor se agrandaron por la sorpresa, pero no dejo que su reacción se notara mucho.

- ¿Vas decirle? ¿todo?

Los dedos pálidos del chico fueron a sus labios pellizcándolos un poco. Estaba ansioso.

-Si, ha pasado tanto tiempo. Rubén no quiere que lo haga, pero debo hacerlo. Siento que si no lo hago no avanzare y mucho menos él, además quiero que Rubén entienda que lo que hago es por su propio bien, pero no me hace caso, usted sabe lo terco que puede ser cuando quiere.

El silencio invadió la sala por unos segundos antes de que el señor volviera a suspirar.

-Bueno, me parece muy valiente de tu parte que quieras decirle, con tal de que estés cómodo y no te sientas forzado a hacerlo claramente, si lo haces sería un gran paso- El chico asintió -Con respecto a Rubén, debes tener paciencia y entender que esto no es fácil para él, pero si todo termina de buena manera vas a ver como él va a comenzar a salir de ese caparazón.

-Eso espero. Aún tengo miedo de que esto no suceda como espero que lo haga.

-Todo saldrá bien, no te preocupes.


**


Rubén no sabía nada de Mangel, desde la última vez que le había hablado, este no le había escrito o incluso llamado, Rubén intento ir al gimnasio, pero siempre lo encontraba cerrado, Rubén no sabía si miguel lo estaba ignorando o simplemente estaba muy ocupado. Su omega necesitaba atención y Rubén ya se estaba cansando de escucharlo sollozar por cariño ¿De qué servía tener un alfa si este no te daba atención? Se sentía como un niño a punto de hacer una rabieta.

La única parte en la Rubén no había buscado a miguel era en su casa, tal vez era por vergüenza o por algo más, pero Rubén no se había atrevido a ir a la casa del alfa, se sentía como un idiota porque el fácilmente podía ir y buscarlo, sin embargo, su mente comenzaba a inventar escenarios donde él le gritaba, le insultaba o lo echaba de la casa. Era estúpido pensar de esa manera Rubén lo sabía, pero las inseguridades podían con él.

Además, como recién entraban a vacaciones ni siquiera podía distraerse con el colegio, podía pensar en la universidad, pero sabía que eso solo lo estresaría más.

Guillermo estaba aprovechando todo su tiempo libre para estar con Samuel, y Rubén no quería sacarlo de su burbuja de felicidad.

Con todo el esfuerzo del mundo Rubén se levantó de la cama y se arrastró por el piso hasta llegar al baño, era la hora. Abrió el cajón de los medicamentos y saco el tarrito que buscaba, su garganta estaba seca, Rubén lucho contra la pereza y se levantó del piso para ir a la cocina por un vaso de agua. Para ser sincero, el apartamento se sentía un poco vacío sin su primo ahí, ya se había acostumbrado a la presencia del risueño beta.

Siempre tuyo (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora