¿Quien mierda es Weasley?

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Como si se tratará de un juego de niños era carne fresca para los bulleadores del colegio, mi familia se mudó a el pequeño pueblo de Marbella, el pueblo natal de mi abuelo, donde poseía una enorme casa y tierras para cosechar, todo lo que se esperaba de un abuelo.

Soy de tez blanca, ojos claros, cabello en forma de casco y delgado, con un don músical y un sueño de formar la mejor banda de todos los tiempos, al menos del mío. Tengo una cicatriz en la cabeza, a los 10 años papá me golpeo con el auto, ahora tengo placas en diferentes huesos de mi cuerpo, lo mejor de todo es que desde ese día no siento casi o nada de dolor, así me entierren un tenedor en la mano.

Les contaba sobre la basura de colegio al que me encontraba, estaba lleno de estereotipos insoportables, como era de esperarse yo entraba como el nuevo, al que deben de intimidar el primer día los de sexto año, ¡Viva Norteamérica hombre!

Un gordo alto y fuerte se me puso enfrente de mi, intentando intimidarme, era la hora del almuerzo, yo comía felizmente un sándwich de pavo en las bancas del comedor del Colegio.

-Dame ese sándwich -Me miro queriendo bufar.

Trate de ignorarlo, si se portaba como un animal seguro tenía que quedarme quieto como esos documentales de National Geographic.

-¿No me escuchaste imbécil? Dije que me dieras tu sándwich ¡Ahora!- Bufando.

Todos se quedaron callados y observaban aquella escenita que se estaba montando nuestro amigo el toro.

El chico grande no se lo pensó dos veces y me golpeo en la cara tirándome del comedor donde comía mi jodido sándwich, mientras estaba en el suelo el tipo mordió mi sándwich y me lo aventó a la cara. La gente aullaba, toros y lobos empezaban a dar vida a esta escuela.

Me pare sin ningún dolor alguno y lo mire a la cara soltando un puñetazo directo a la nariz, no lo moví ni un centímetro pero le desfigure su nariz de puerco, a lo cual el gigante se molesto demaciado y me noqueó de un puñetazo. Solo era casi inmune al dolor, pero si podían matarme.

Desperté en la enfermería del Colegio, la vista estaba nublada,poco a poco agarraba la visión, me percate que el doctor estaba observándome a unos metros sentado en una silla como un psicópata sonriendo mientras en sus manos tenía una paleta.

-Estarás bien Weasley, solo fue un gran golpe, esperaba que te levantaras ciego o algo así pero te miras bien -El doctor me miraba aún fijamente.

-¿Podría dejar de verme? -Tenía que decirlo, era muy incómodo ver como me observaba.

-El director desea verte Weasley, supongo que alguno de tus padres ya están ahí -Estiró su mano intentando darme la paleta- Ten.

Lo pensé dos veces y solo salí de ahí ignorando a ese sujeto que me daba mal rollo.

Camine hacia la oficina del director donde mi madre ya estaba sentada ahí mientras hablaban de algo pero cuando entre se quedaron callados mientras me miraban.

El director era un hombre gordo y calvo que siempre usaba traje por lo visto.

-¿Que sucede? -Confundido e incómodo con sus miradas.

-Nada hijo solo es que... ¿Porque no te sientas? -Mi madre parecía preocupada.

Mi madre tenía pelo chino largo, unos ojos bellísimos y siempre usaba vestidos largos de flores.

El director saco de su cajón un espejo y me lo puso en frente de mi para que me miraba.

Hice una cara de asco, mi ojo estaba morado a más no poder ¿Como no senti eso? Seguro estaba peor antes de llegar a la enfermería.

-Deberías sentarte Weasley -El director movió su mano dirigiéndose hacia la silla.

Me senté sin decir nada.

-Bien, le contaba a tu madre, la señorita Alison que te suspendere 3 días -El director sentenció.

-¡Pero que demonios tiene en la cabeza maldita calvo de mierda!

Mi madre tomaba agua en ese momento y escupió el agua hacia al director.

-¡Hijo! Tus modales -Mi madre me miro impresionada.

-Que mierda ese tipo me golpeo y robo mi sándwich de pavo y me quiere suspender 3 días a mi, jodase -Estaba un poco impotente.

-Una semana por faltarme al respeto, a el solo se le dare 3 días ¿Entendiste? Ambos tuvieron la culpa por armar un espectáculo.

-Acabo de entrar a este maldito colegio y ya anda con sus mamadas -Lo miro y salgo de la oficina agarrando antes mi mochila que estaba en el suelo a un lado de la silla de mi madre.

Me dirigí al auto esperando a que mamá llegará para poder irnos lo más antes posible, me esperaban una maldita semana de vacaciones. Mi madre tardo unos minutos pero había llegado al estacionamiento donde estaba recargado en la puerta del copiloto.

-¿Que fue todo eso Weasley? -Mi madre me miro mientras caminaba apresurada hacia la puerta del conductor -Tu padre nos va a matar si sabe que vine por ti y aún no está la cena.

Estaba preocupada, mi padre era un estúpido.

-Que se joda ese imbécil mamá -Ambos nos subimos al auto.

-Sabes que no me gusta ese lenguaje -Colocó las llaves en el switch y paro un segundo para acomodarse el pelo que tenía en la cara por caminar muy rápido.

-Lo siento mamá -La miro.

Mamá arranca el carro y nos fuimos a casa. Recorrimos unos kilómetros y llegamos a la gran casa que le había heredaro mi abuelo a mi alcohólico padre.

Mi madre bajo muy rápido y corrió a la casa, a cocinar, era claro... Yo me quedé unos segundos pensando en el asiento del copiloto viendo mi ojo morado por el retrovisor. Es un asco, pensé.

Pasarón las horas, estaba en mi nuevo cuarto lanzando una pelota desde mi cama hacia la pared más lejana, una y otra vez, sin ningún fallo mientras escuchaba Imagine Dragons a un volumen considerable. Todo estaba normal hasta que empecé a escuchar gritos, si, había llegado mi padre.

Furioso por la situación sabía que era lo que pasaba, mi padre había llegado de su maldito trabajo de muebles más tomado que la chingada queriendo maltratar a mi madre con sus malditos insultos, pero esta vez fue diferente, escuche que se rompieron unos vidrios y baje las escaleras para ver que había pasado...

Mi padre había golpeado muy grave a mamá dejándola inconsciente. Me puse en shock, aquello que más amaba estaba en el suelo sangrando chorros de sangre por la culpa de mi estúpido padre, que aquel solo de limitaba a observar también impactado.

-¡PERO QUE MIERDA HICISTE! -Le grite con un odio.

Corrí había el teléfono de casa y marque a emergencias, solo me límite a decir que mamá había tenido un accidente, que vinieran rápido, que la ayudarán...

Me tire con mamá en el suelo y lloré mientras mi padre se fue a sentar a su sillón individual de la sala, con una cara de impacto.

El se levantó al cabo de unos segundos y agarro las llaves del auto y se dirigía hacia la puerta.

-Pero que mierdas haces maldito idiota ¿A donde crees que vas? -Lo decía serio con los ojos llorosos.

El no habló, solo salió y se fue en el auto, no trate de deterlo, yo quería quedarme con mamá.

Llego la ambulancia y se llevó a mamá, yo dije la verdad a las autoridades, papá había sido el responsable y tendría que pagar caro, ellos ya hacían su trabajo y lo estaban buscando.

Pase la noche en el hospital con mamá, ella estaba muy grave, muy herida. Una enfermera me despertó, me había quedado dormido recargado en la camilla donde estaba ella.

Estaba en coma, eso es lo que me dijeron, no sabían cuando despertaría ni si estaría bien, por lo menos el doctor dijo que estaba estable y harían lo posible para que ella viviera, aún sabiendo que solo se podía esperar.

Las autoridades aún buscaban a mi padre, se lo había tragado la tierra, pero no podía quedarme sin hacer nada, debía de buscarlo ahora que sabía que mamá estaba estable, no podía dejar que se saliera con la suya...

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora