VIII. Wedding |After|

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Capítulo 8: "Boda"
Tiempo: Futuro.

"Si mamá no está allí en ese día tan especial, recuerda... el hombre con el que te cases debe ser aquel hombre al que confines todas tus sonrisas, tus pasiones y sobre todo, tu vida entera."

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Suspiró nerviosa.
Se miró al espejo.
El vestido era hermoso, pero le daba algo de vergüenza el hecho de que fuese blanco. Siempre había dicho que llegaría a su boda totalmente pura, pero... ya no importaba.
Además, ni era tan malo. Se casaría con el hombre que quito su virginidad... Así que... ¿Estaba bien?
Su cabello cayó y las ondas fueron arregladas con delicadeza por la mujer que la ayudaba. El pequeño pañuelo negro era visible en su cabello y no era tan malo. Le quedaba bien. Su vestido, largo, de seda fina y brillante, trenzado en la cola, con pequeños moños negros a sus laterales y con dos cintas cruzadas en su escote de corazón.
Sentía que el tiempo había pasado demasiado rápido.
Suspiró, no estaba lista aún. Pero no podía devolver el tiempo.
Había llegado el momento.
La joven que acomodó su cabello, la guió por el pasillo. Se fijo a lo lejos y sonrió levemente. Shu la esperaba allí, frente a la puerta. Estaba muy bien arreglado el traje le sentaba bien.
Él tomó sus manos y le sonrió de igual manera.

-Me gustaría verte de esta manera en una situación más agradable...

-...

-Pero, te vez hermosa.

-Gracias, Shu.

-No estés mal, todo saldrá bien. Solo fingue que eres feliz y todo saldrá bien... -Ella asintió y acomodo el ramo de rosas blancas en su mano izquierda y con la derecha entrelaza su brazo con el de Shu- ¿Estas lista?

-No.

-No seas tonta. Respira...

-Shu... ¿Crees que todo estará bien después de esto? -él dudó y tardó en responder.

-No, pero... no tienes otra alternativa. Solo la muerte...

-Esto es cruel.

-¿Qué esperas? El destino es una hija de puta, nunca irá a donde tú quieras. Es al revés... Pero, mira el lado bueno...

-¿Cuál?

-Luego de esta mierda tan aburrida, hay pastel de chocolate -ambos rieron y Shu se sintió feliz de distraerla un poco. No se sentía bien que una amiga tan cercana a él estuviese en este tipo de situación. Aunque tampoco podía hacer algo... Su padre lo mataría, literalmente- Vamos...

-...

Tomando un poco de aire, dio los primeros pasos. Las grandes puertas se abrieron y la, no tan iluminada, iglesia quedó frente a su visión. La música sonaba, los presentes estaban de pie, observándola.  El cura al centro de todo, y Kanato... Estaba tan bello...
Ella daba pequeños pasos, Shu la seguía, ambos caminaban al son de la canción hacia el altar.
Saori y Kanato conectaron miradas. Ambos inseguros y nerviosos. Teddy estaba sobre una pequeña silla bajo del altar, y Kanato no podía abrazarlo en esos momentos, sentía la presión y la abstinencia de estar alejado de su mejor amigo. Todo era tan difícil...

Todos estaban presentes. Saori se alegro al ver a Azusa con sus hermanos, este no sonreía, sus hermanos tampoco. Sabían toda la situación por la que ella estaba atravesando. Los Sakamaki estaban igual. Reiji, Ayato, Laito Laito y Subaru estaban al frente de todo, con su rostro serio e inexpresivo. Los demás invitados, miembros de la alta sociedad o familiares de los Sakamaki estaban alli, ellos sonreían enormemente...
Si tan solo supiesen todo lo que se escondía detrás de esa farsa.
Llegó al altar, Shu la entregó a los brazos de Kanato, quien beso sus nudillos.

-Sonrían más... es muy notoria su melancolía.

-Gracias Shu... -este asintió y camino hacia los bancos, con sus hermanos. Ella observó observó a Kanato y Kanato a ella. Ambos estaban nerviosos. ¡Oh por favor! ¡Sólo tenían 17 años!- Ha llegado el momento...

-Te vez hermosa, mi muñeca.

-Te vez hermosa, mi muñeca

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- igual, mi amado.

-Hermanos... -el cura, que indudablemente, era más alto que ellos dos, comenzó comenzó a hablar interrumpiendo sus miradas de miedo. Saori tembló levemente, pero se sintió confortada al sentir las caricias que Kanato proporcionaba a sus manos- Estamos aqui reunidos para celebrar la unión de estos dos jóvenes, Kanato Sakamaki y Saori Minerva Tohka, para consagrarlos en sagrado matrimonio... -este siguió hablando de cosas que a ninguno de los dos les interesaba. Ambos, perdidos en los ojos del otro, expresando amor eterno, miedo, inseguridad, felicidad... Era un torbellino de emociones positivas y negativas. Ambos sintiendo la mirada irónica sobre sus espaldas, pues KarlHeinz los observaba esperando algún movimiento en falso por parte de ambos- Kanato, ¿aceptas a esta hermosa mujer para amarla, respetarla y cuidarla, en la riqueza y en la enfermedad, mientras ella pueda darte toda su vitalidad, momentos y una futura desendecia?

-Tsk... acepto... -Saori tomó uno de los anillos que estaba portado sobre un cofre de plata y se lo colocó en el dedo anular a Kanato.  La argolla iba perfecta a su dedo, encajaba a la perfección y se veía tan bonita en él.

-Saori, acepta a este muchacho...

-, acepto... -Ella hablo rápido, nerviosa. Ya no quería estar parada en ese lugar, frente a todas esas personas que la observaban con admiración... se sentía sucia por fingir ese sentimiento tan hermoso, como era el amor de Kanato.

-No he terminado el voto...

-Ella dijo que acepta -Kanato interrumpió al hombre con una mirada matadora que lo hizo callar en su totalidad y colocó la argolla, sin dirigirla la mirada a su amada- Prosigue...

-S... si alguien se opone a esta unión, deberá hablar ahora o callar por el resto de su vida... -un silencio sepulcral inundó la iglesia. Saori tenía la esperanza de que alguien se levantase e interrumpiera todo eso, pero nadie lo hizo, y nadie lo haría- nadie hablará, me alegra comunicar que declaró a esta pareja tan hermosa, marido y mujer...

-Mi mujer... -susurró Kanato.

-Caballero, puede besar a la novia...

Kanato corrió un poco el cabello de Saori y examinó su rostro primero. Estaba algo pálida y temblaba levemente. Ella lo observo de igual manera, sus labios temblaron temblaron y sus ojos se aguaron al instante.

Cuando Kanato unió sus labios, la pelilila supo que no era un beso amoroso. Era tosco y forzado.
Ya no resistió. Una lágrima amarga se deslizó por la mejilla de Saori. Ese fue el fin...
Ahora estaba felizmente casada con Kanato...
Felizmente...
Feliz...

Oh Dios, deseaba que morir en ese mismo instante.


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Capítulo VIII fin.
Gracias por leer~♡

Preciosa criatura [Kanato Sakamaki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora