Slenderman nació como una figura alta, con brazos como tentáculos saliendo de su cuerpo, que aparecía en fotos con muchos niños. Mientras el mito crecía, se transformó en un monstruo alto y delgado (su altura estimada sería entre tres y cuatro metros) capaz de cambiar de forma (shape-shifting) con el objeto de atrapar y encantar a sus víctimas; a momentos podría lucir a grandes razgos como un hombre normal, y en otros producir incontables tentáculos. Quizás lo que llevó a convertirlo en una figura tan popular en "la internet yanqui" fueron los rasgos que lo identificarían hasta hoy: su cabeza completamente desprovista de cualquier rasgo, su piel totalmente blanca, y un traje formal negro.