La respuesta

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ADVERTENCIAS: Preparen la insulina. Los personajes son de Sorachi y si un poco de OoC y spoilers del Final Fantasy. [Me encanta la versión de ellos en el Final Fantasy, así que abusaré de fics de esta versión (? ]

-Lo odio-aru – musitó por lo bajo la mujer de coletas bermellón quien caminaba lado a lado de su compañero de lentes y kimono con olas.

-¿Okita-san, de nuevo? –preguntó su compañero de manera automática, ya sabía de antemano a quién se refería la bermellón.

-Sí- le contestó enfurruñada, cubriéndose con la sombrilla bajo aquel sol radiante.

A Kagura le molestaba demasiado su presencia, ni siquiera pudo andarse una hora como Kanna en Edo, de no ser por ese maldito idiota que había descubierto su verdadero yo, antes de ocultarlo ¿Cómo rayos le hacía ese tipo para no caer en sus engaños? Verdaderamente le enojaba que él supiera todo de ella tan fácilmente, vaya él mismo la descubrió en aquel buque mientras decía cosas absurdas, él también la descubrió de su enfermedad fingida que en vez de ayudarla a sacar del aprieto en que se había metido, solo le preparó un funeral a toda pompa, incluso fue capaz de descifrar su nuevo poder que había aprendido. Realmente lo odiaba.

Para Shimura Shinpachi no era una sorpresa en absoluto la rivalidad que esos dos tenían. Es decir, siempre había sido así desde la primera vez que el ex–policía ojicarmín y la yato ojiazul se encontraron frente, ni siquiera todas las alianzas, la guerra o los dos años después sin verse pareciera que eso hubiera cambiado entre ellos, sin embargo y para el de anteojos, ahora presentía que la relación entre esos dos es ahora ligeramente diferente.

-Creo que deberían hablar a solas, Kagura-chan.

-No tengo nada que hablar con él, Shinpachi –y ahí estaba de nuevo sus evasivas.

Si había otra cosa que le molestaba tanto a la adolescente era que últimamente su rival ahora vuelto un mafioso, aparecía más seguido de lo que ella recordaba, ya no era una, ni dos, ni tres veces que el hombre aparecía era varias, siempre con pedazos de información que ni Shinpachi y Kagura o pidiendo alguna otra colaboración con su organización, de algún modo el castaño siempre estaba adelantado de las situaciones y por alguna razón se agradecía que estuvieran del mismo lado.

Kagura y Shinpachi se sientan en el parque a esperar la llegada del castaño en silencio. Ella aun medita sobre él. Hace dos años que no veía a nadie de sus amigos de la Tierra y la primera persona a quien ella se presenta como su actual yo es a él, Okita Sougo, su rival de siempre, el policía en el que siempre confiaba y un buen aliado de combate y ahora...ahora ella no tenía palabras para él. Cada vez que lo veía desde entonces, apenas lo miraba de reojo o volteaba su cabeza para otro lado, él a veces venía tranquilo y otras veces solo era una huida rápida para seguir con sus asuntos en otro lado.

-A veces una espada es más elocuente que las palabras – recordaba para sus adentros la yato, ¿Será por ello que estableció ese muro de silencio entre ambos? Aún sin hablarse el uno al otro, y siempre en compañía de Shinpachi, ellos dos no hablaban entre sí, sin embargo, ella algunas veces había notado miradas prolongadas hacia su persona y otras veces ellos eran dos en el silencio mirándose sin decir nada mientras que los tres se ocupaban de los asuntos con Edo y otras cosas.

Y como todas las veces anteriores, los ojos rubíes saludaban aquellos zafiros en el silencio –Bien llegaron temprano- contestó a modo de saludo, mientras asentaba su estuche que portaba su katana, una bolsa de supermercado y sacaba una libreta de su bolsillo con pliegos de mapas o fotografías dentro –Bueno podemos iniciar.

-Ah lo siento –se levantó de su asiento el de anteojos - ¿Podrías explicarle a Kagura-chan las instrucciones? Olvide que tengo un pendiente con mi hermana.

La respuestaWhere stories live. Discover now