mírame, ‹ sebaek

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Siempre has sido un maldito egoísta, BaekHyun ¿cómo podría rellenar tu corazón si nunca me dejas alcanzarlo?

Nunca.

Primero me dices que me acompañarás a la fiesta de graduación y luego te largas sin dejarme una explicación, ninguna aparte de la carta que has hecho llegar a mis manos. Odio las cartas. Nunca he sido bueno escribiéndolas ni leyéndolas, idiota. Me haces enojar. Porque aquí estoy escribiéndote una y sé que la leeré y leeré un millón de malditas veces hasta por fin decidirme a dársela a JongIn para que te la pase. Porque al parecer ahora es nuestro mensajero y wow qué maravilla ¿no? Maldito sea el momento en que Dios decidió darle la oportunidad de verte mientras viaja de la ciudad a este pueblucho. Todos siempre tienen mejores oportunidades que nosotros dos. 

¿Quién es él? ¿Hablas de ChanYeol? No puedo creerlo.

ChanYeol está enamorado de otra persona. Bah, enamorado no, le gusta alguien que no soy yo. Pero eso no viene al cuento y no es asunto tuyo. A él le gusta justamente quien te entregará esta carta y no se enterará de nada por no leerla. Tus celos y tus excusas pueden irse a la mierda.

Te extraño. Y no podré verte hasta dentro de seis meses. Vete a la reverenda mierda.

Espero que te sientas satisfecho con ese intento de poesía que me has dejado. Espero que te la pases bien con tu madre y te gastes todo el dinero de tus vacaciones para que ya no tengas con qué volver.

Odio sentirme así.

Porque te extraño mucho, mierda. Y de una u otra forma, acabamos así. Siempre haces las cosas sin decirme nada cuando se supone que soy tu mejor amigo. 

Si de verdad lo soy, vuelve. 

Vuelve y dime que te gusto en la cara. Vuelve y dime que estás celoso de ChanYeol y por eso te has alejado. Vuelve y hazme reír más que él con tus patéticos chistes y tus payasadas y admite que eres un malcriado inmaduro que podría haberme invitado a bailar en vez de marcharse llorando.

Vuelve y quédate conmigo. Porque sí; tienes muchos más defectos que yo, pero los conozco ya que te conozco a ti y sé que podemos mejorar. En eso no te equivocas. No es malo tener defectos. Pero sí te equivocas con que soy exigente: no lo soy. 

Me habría bastado con que me tomaras de la mano esta mañana y me lo dijeras. 

Yo te habría esperado soñando despierto y presumiendo que pronto iría a tener el novio más jodidamente sexy de toda la zona. Para golpearme el pecho lleno de orgullo que en realidad es alegría y pasarnos la noche besuqueándonos en tu habitación.

Pero ahí vas, BaekHyun, lejos. Siempre lejos. Donde ya no te puedo acompañar. Me dejas atrás.

Y pides que te mire cuando ni siquiera estás aquí.

SeHun.