Mi profesor y sus amigos

El regreso

Un mes después vuelvo a pisar aquella institución, para sí o sí quedarme y hacerles la vida imposible como ellos me la hicieron a mí.
Me paré en frente de la adscripción y le dije a la pelotuda esta:

-Hola pobre, tanto tiempo sin ver esa horripilante cara - Le digo mientras le muestro la navaja

-Veo que volviste, maldita sabandija - Me dice la muy atrevida

-Sí, llegué y ahora es tu fin, maldita desgraciada

-Sos una maldita atrevida, de donde saliste del Comcar - Me dice esta vieja mal cojida

-Le digo si, adivinaste y vos de donde saliste de un acilo - Le digo con cara de PRAAAAA

-Sabes qué, no te voy a dejar pasar por que no sos aceptada en este Liceo, tomate el palo y andate para ese barrio pobre en el que vivís - Me dice esa vieja babosa

-Sabes que, me vas a dejar pasar por las buenas o por las malas, si no queres que la que se tome el palo seas vos - Le dije y le saqué la navaja de nuevo

-Bueno, pase adelante, ya le asigno una clase - Me dice la vieja cagada

-No, yo quiero la clase en la que estaba antes, ¿Entendió? - Le digo para que entienda quien manda

-Ok... como diga - Se dio cuenta por fin quien manda

El día estuvo bien, aunque mis profesores y mis compañeros me miraban raro, no entiendo por qué, ¿será por qué tenía la navaja arriba del banco? Igual no me importa lo que piensen de mí esos infelices

Al otro día me encuentro con el profesor que me miraba y empecé a coquetear y le dije:

-Hola bombón, la tenes más dura que la de mi padre - Le digo con una calentura impresionante

-A mi casa a las 5:00 pm - Que rápido que fue esto, pensé que iba a ser más complicado conquistarlo

-Nos vemos entonces - Le digo contenta de ganarme a los profesores así