Fire Meet Gasoline

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Ya habían hecho su compromiso, eso de asesinar personas era lo que más le encantaba de su trabajo, ver la sangre correr y las personas gritando asustadas por su vida es demasiado relajante para la pareja. Relajante en el sentido de ser unos de los peores dúos en cometer masacres seguidamente, y los más temidos del país.

Terminaron de robar todas las joyas de la casa, dejando a aquella familia toda descuartizada, montaron la cosas en el coche y partieron sin mirar atrás, llevándose las vidas de unos padres amorosos y de tres hijos con aspiraciones en su futuro. El sol no era tan cálido como otros días, estaba un poco opaco mientras que el viento revoloteaba sus cabellos a la velocidad del auto. Sintiéndose libres de sus culpas, dejando atrás el pasado.

Yoongi aún no conocía las verdaderas razones, él y su amado eran polos opuestos, simplemente lo llevó a cometer cosas que serían peligrosas para los dos. Pero siendo sincero, amaba verlo tan feliz, siendo él mismo dejando las apariencias de los demás, olvidando un pasado que quiere borrar y viviendo un presente que va a vivir.

Jungkook no podía ser más feliz, estaba en la mejor etapa de su vida viviéndola con el amor de su vida. Se sentía relajado, apreciando la brisa golpear su cara y revolotear su cabello, llevando consigo una carga interna que va a superar con su presente placentero. Su alma estaba entregada completamente a estas nuevas aventuras que le deparan el destino, su voluntad era más fuerte que antes y si tenía que batallar para sacrificarse entonces era necesario sacrificar primero lo más importante en su vida, y esa era permanecer a su novio feliz.

Yoongi y Jungkook se amaban, no había otra pareja que fuera la misma o parecida. El amor de ellos era suficiente como para prenderle llama al fuego, llenar un solo corazón y romperle a boca a los envidiosos.

—¿Kook? —Llamó su atención, el castaño abrió los ojos mientras se acomodaba en el asiento estando atento a su novio—, ¿te sientes bien?

—De maravilla —Contestó, tomando el cigarro de la boca de Yoongi y posicionándolo en sus labios, inhalando todo el humo para después expulsarlo—, ¿por qué lo preguntas?

—Por nada importante... es solo que aún me es raro verte conmigo —No sacaba las palabras correctas para decir en ese momento incómodo—. Ya sabes, esto con lo de los robos y que estés presente se ha vuelto algo...

—Yoongi —Lo detuvo este, parado la incomodidad que se ha creado en el ambiente. Ya sabía a lo que quería referirse, solo con ver su expresión preocupante obtuvo todas las palabras sin necesidad de hablar.

Hace dos meses exactamente, todo iba común y corriente; Jungkook era un universitario que a la vez trabaja medio turno, su familia siempre le reprochaba que no pudiera ser el hijo perfecto que quisieran, lo insultaban de cosas hiriente para arriba. Su única escapatoria de la realidad eran sus libros y un reproductor lleno de música alternativa. Cuando entraba en su mundo se olvidaba de los demás, ideando su propia realidad donde allí podría ser prefecto a su manera sin necesitar críticas.

En su trabajo como camarero en una cafetería conoció a Yoongi, un solitario chico que vivía a base de café y música vieja; en un solo momento lo dos sintieron que debían de conocerse y enseguida comenzaron una amistad. Todas las noches iban a un parque a platicar de variadas cosas, sobre como la vida los ha tratado de manera injusta y sus hábitos sobre como aguantar a una sociedad que siempre te discrimina o te tacha por tus decisiones.

Así duraron unas cuantas semanas, una sola noche se confesaron sus sentimientos uno al otro, descubriendo que estaban enamorados. Dos personas completamente vacías, sin ningún objetivo en el futuro, decidieron unirse en un profundo amor que ni el ardor más doloroso los podía separar.

Fire Meet Gasoline ||MYG+JJK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora