Our Sin ➳ 2min/Taeminho

The Begin.

Prólogo: Primer encuentro.

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Lunes, primer día de sus clases de danza y ya iba tarde hacia esta. En su cabeza seguía culpando a su mal ánimo que le hizo despertar quince minutos tarde luego de que la alarma sonara.

Y ahí se hayaba Taemin, terminando de vestirse con un buzo de tonos grises y pequeños detalles de un tono dorado; los cordones de sus fieles zapatillas deportivas no se encontraban atados y su cabello cenizo estaba totalmente hecho un nido de pájaros.

Sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento debido a la presión y el estrés con el que se había despertado. Comienzo de semana y todo iba de mal en peor con respecto a su situación emocional.

09:34 a.m.

No llegaría a tiempo, lo asumió una vez salió del departamento que compartía con su hermano mayor Jinki -el mayor por suerte estaba trabajando en la empresa de Lego, bueno, al menos se salvaba de ser regañado-.

Corrió por las escaleras con un sandwich en la boca, su bolso de cambio cayendo de su hombro, y arreglando su cabello con una peineta completamente desesperado. El próximo bus que le servía para llegar a sus clases pasaría en cinco minutos, y a ese paso no lo alcanzaría.

Sus pies ardían de tanta fuerza que ejercía para seguir corriendo, mas no logró hacer que el bus se detuviera por mucho que hubiera gritado.

-¡Ojalá y se te pinche una rueda, viejo de mierda! -maldijo en un perfecto chino, ganándose miradas confusas de todos aquellos que le rodeaban.

Sacó su celular y le marcó a cierta persona que, talvez, podría ayudarle a llegar.

-¿Kai? Dime porfavor que estás con tu auto y puedes venir a buscarme.

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-¿Y cómo fue que te quedaste dormido, idiota? ¿Otra vez fue por tu mal humor? -Taemin se hayaba terminando de arreglar su cabello con ayuda del espejo que su mejor amigo le había prestado.

-Sabes que los imbéciles de mis compañeros de clase me hacen bullying por ser un tanto famoso, soy demasiado amable como para golpearles por sus agresiones -el moreno se detuvo frente a la academia a la que el pelinegro debía asistir junto a él-. Jinki me regaña por no saber defenderme.

-Pero loco, no es culpa tuya. Esos tipos solo tienen envidia de tu talento, de seguro te molestan porque puedes hacer cosas que ellos no. No te rebajes a su nivel e intenta conversarlo con el director, ¿si? -Kai dió unas suaves palmadas en su hombro en forma de ánimo, algo que sirvió al menos para subírselos un poco antes de que entraran a la academia.

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-Acabo de decirte que quiero cancelar las actividades que tenía para la tarde, Sooyoung, necesito relajarme y esas conferencias de prensa solo me causaran un ataque en plena conversación -así estaba Choi Minho conversando por llamada con su secretaria, sus dedos índice y corazón estaban en el puente de su nariz demostrando su estrés ante la situación- ...No, ¿sabes? Cancela todas mis actividades de la semana y organizalas para que no me sea tan tedioso para la próxima. Te lo agradecería, que pases linda tarde -cortó la llamada, quejándose en voz baja.

A sus 27 años de edad, el moreno se había convertido en uno de los mejores actores en toda Corea del Sur. Un abierto actor bisexual que con el paso de los años su nombre cada vez fue más conocido hasta el punto de ser reconocido en las callrs de Seoul.

Minho tomó sus cosas y salió de su departamento con tal tomar algo de aire luego de esa llamada. Una caminata en la tarde no le haría mal.

-Este es el niñato famoso del cual me encantaría abusar, hasta su figura es actractiva para ser un chico -una voz llegó a los oidos del actor, llamando su atención ante aquellos cuatro adolescentes. Uno de ellos se hayaba completamente en el suelo, con sus prendas completamente llenas de polvo y el rostro golpeado.