A la mañana siguente, Edgar se levanta temprano para ir al gimnasio que fue indicado por Iván.
Mientras se prepara Edgar mira que Eduardo sigue dormido, Eduardo es la clase se persona que ronca como motor descompuesto.
Edgar desayuna avena con unas cuántas galletas y sale en busca del gimnasio.
Después de un rato de caminar lo encuentra sobre el bulevar, en una placita, ubicado sobre segundo piso.
Edgar sube y entra a la recepción siendo atendido por una joven con ropa deportiva.
-hola chico, ¿buscas información o te interesa la inscripción?-
-hola, más bien estoy buscando a alguien, su nombre es saul-
-muy bien, ¿de parte de quien?-
-soy Edgar, departe de Iván -
-muy bien- dice la recepcionista mientras comienza a hacer una llamada.
- ahorita viene el entrenador Saúl-
-Muchas gracias señorita -
La joven sonríe y continua con sus actividades.
Después de unos minutos llega Saúl, hombre de baja estatura.
-que tal chavo, ¿Edgar correcto?-
-Si así es, vengo departe de Iván, para ya sabes que-
-Muy bien, vienes de parte de ivan, sigueme-
Edgar comienza a seguir a Saúl, entra a lo que parece ser la sala de descanso de los entrenadores, de pronto se abre una clase de puerta escondida la cual deja ver otro gimnasio con ring de pelea máquinas diferentes y en ella habían muy pocas personas.
-aqui vas a estar entrenando, cuando vengas pasas directo Hasta aquí, siempre abra alguien para entrenarte, además puedes venir a la hora que quieras siempre y cuando 2 hr antes del cierre del gimnasio-
-Entendido- dijo Edgar
Al finalizar el entrenamiento de 2 horas, Edgar vuelve a casa y al llegar a casa se encuentra con Eduardo que está desayunando
–Buenos días Eduardo ¿cómo te encuentras?– dice Edgar un poco cansado
—yo estoy muy bien ¿y tú? ¿cómo te fue en el gimnasio?–
–De maravilla– responde Edgar mientras se sienta junto a Eduardo y comienza a desayunar con él.
Después de un rato se levantan y lavan lo que usaron para comer Eduardo es la clase de persona que no lava sus utensilios.
—oye Edgar, ahorita voy a salir con mis amigos ¿te gustaría salir un rato?—
—no lo sé qué ¿tal si no les agrado?—
—no te preocupes por eso, tú les agradaras, mira, si no te sientes cómodo nos regresamos—
—bien está bien pero solo por un rato—
Después de vestirse Edgar junto con Eduardo salen a con los amigos de Eduardo en el lugar donde quedaron de verse, durante caminar unos 15 minutos llegan con los amigos de Eduardo.
—qué tal chicos buenos días— saluda Eduardo con entusiasmo.
—Buenos días Eduardo ¿cómo estás?— responde Zaira
—muy bien—
—¿él es el chico de quién nos as platicado?— pregunta felix mejor amigo de Eduardo
—su nombre es Edgar—
después Edgar saluda con la mano.
—hola Edgar dice Zaira—
