El Internado

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Cuando empecé el liceo mi reputación como chico inteligente fue en aumento.

Al pasar a tercer año; el Liceo al que asistía era un gran internado en el cual yo habitaba.

En un "mal" día, estaba con unos compañeros en una sala buscando información para biología, ahí todo empezó a ir mal: no me acuerdo como ni por qué pero me empecé a volver una mala persona, perdí el respeto de mis compañeros y era temido en todo 3º.

Mis antiguos amigos cuando me buscaban yo salía corriendo, pero no de miedo sino porque les dejaba alguna trampa y ellos caían.

Estuve meses así. Llegó un tiempo en el que todos los terceros competían en una actividad; ahí uno de otro tercero aprovechó y me quiso jugar una broma: me lanzó una pelota pequeña mientras estaba caminando en la plaza. Pero la atrapé y me quedé con ella; lo peor es que esa pelota era especial para él ya que se la había regalado su familia.

Participé en la competencia y salí en el penúltimo lugar; vi que unos compañeros míos hablaban con la ganadora

-Pero el de Sebastián lo votó todo el mundo- dijo la ganadora

-¡Qué va! Lo votaron todos sí pero tú ganaste por el intelecto, estaba mejor que el de ese insoportable

Lo escuché y estuve unas horas aislado, pensando. Al fin decidí volver a donde estaban todos; fui al lugar de reunión de TERCERO, era un lugar muy amplio, con mesas, videojuegos, comida, las paredes eran celestes y conectaba justo con la enorme plaza.

Me paré en el centro de la sala y grité:

-¡¿Me pueden escuchar un segundo por favor?!

Entonces todo el mundo paró lo que estaban haciendo y me miraron con cara de odio, disgusto, enojo, esperando a que volviera a hacerles algo para que me pudieran caer encima; pero lo que hice fue diferente, empecé diciendo:

-¿Es de alguien ésta pelota roja, que tiene una gran "L" verde?

Yo ya sabía de quién era, pero me hice el tonto. Como vi que no contestaba nadie seguí hablando:

-¡Hace dos días me tiraron esta pelota para hacerme una broma, y yo la terminé robando! ¡Ahora he venido para devolverla!

Ahí el dueño, Lucas, se paró y vino a mí y yo se la devolví; pero después todos me dijeron:

-¿Ahora sí te vas a ir?

-¡Solo déjenme decir una cosa más!- contesté

-¡Sé que hace meses me volví un tipo malo, todos me temían, incluso mis calificaciones bajaron; no lo suficiente como para tener bajas pero bajaron, sé que me perdí el respeto de ustedes, pero al ver la razón de por qué había perdido en la competencia me di cuenta de que para que me respetaran no tenía que hacer lo que he estado haciendo, sino seguir siendo yo mismo; tal como lo venía haciendo hasta que empecé con toda esta tontería! ¡No espero que me vuelvan respetar, ya que es imposible, pero lo que sí espero es que acepten mis disculpas y les prometo que no volveré a ser lo que fui estos últimos meses!

Al decir eso me fui de ahí. A los pocos meses, aproximadamente en Setiembre, mis notas volvieron a subir, incluso más altas de lo que estaban.

Volví a tener el respeto de mis compañeros, volví a tener a mis amigos, los profesores volvieron a pensar bien de mí y en los años posteriores quedaba siempre segundo en las competencias, excepto en 5º Científico, ese año quedé segundo en una sola competencia, las demás las gané por mi intelecto, tal como debía ser.

Sueños SentidosWhere stories live. Discover now