Segunda parte

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Luego de separarse, conectaron sus miradas y se sonrieron dulcemente. Lo que tanto deseaban ahora era realidad.

Cuando estaban a punto de unir sus labios de nuevo se escuchó un grito.

ー ¡Ya estamos aquí, chicos! -llegaron Jeonghan y Joshua, venían tomados de la mano.

ー Nos hemos retrasado porque Seungcheol me ha llamado para pedirme ayuda con un regalo de aniversario para Jihoon.

ー ¿Cuánto tiempo llevan juntos? -preguntó Seokmin que estaba junto a Soonyoung.

ー Si no me equivoco éste es su tercer aniversario, nesecitaba ayuda porque ya se le acabaron las ideas.

ー Llevan casi tanto tiempo como nosotros, Hannie -dijo Joshua que se mantenía a su lado con un brazo alrededor de su cintura.

ー Se quieren mucho por eso es que Jihoon aún no ha asesinado a Cheol - se rió Seungkwan quién estaba sentado junto a Vernon.

ー  Vamos a hacer un brindis -dijo Soonyoung levantando su vaso - Por todos nosotros y por la nueva pareja que llevabamos esperando tanto -dijo mirando las manos de Jun y Minghao que permanecían unidas.

Todos chocaron sus vasos y brindaron. Luego de que Seokmin tuviera que aguantar a Soonyoung que insistía en besarlo, prefirió llevarlo a la pista de baile. Jun al verlos le preguntó a Minghao si quería seguirlos y en cuanto este asintió fueron caminando a la pista.

ー Te ves realmente bien -Jun pasó su mano por el cabello de Minghao llevandolo hacia atrás.

Besó su frente y se pegaron un poco más. La pista de baile olía a sudor y el ambiente estaba bastante caliente. Los dos bailaban con sus vasos en la mano. La espalda de Minghao estaba contra el pecho del contrario y se movía al compás de la música, peligrosamente cerca. Jun estaba más que excitado por la manera en que Minghao movía sus caderas frotándose contra su entrepierna, pero ansiaba más contacto, quería sentirse dentro de Minghao lo más pronto posible.

Tomó la mano del azabache y lo guió hasta donde se hallaba Jeonghan sentado con Joshua.

ー Hey, ¿Me das las llaves de tu auto? -preguntó con la respiración entrecortada.

ー Pero si este bar tiene habitaciones, ya sabes como son Soonyoung y Seokmin, por eso siempre venimos aquí.

No faltó más para que los dos fueran hacia las escaleras que daban al pasillo de las habitaciones. A medida que avanzaban, los gemidos se escuchaban al otro lado de las puertas, haciendo que los chicos desearan encontrar una habitación vacía.

Entraron en una, Jun acorraló a Minghao contra la puerta que ahora estaba cerrada mientras le ponía seguro. El beso que compartían ya no era tierno, estaba lleno de deseo. El mayor había bajado su mano por la espalda baja del menor y ahora apretaba su trasero, haciendo que soltara gemidos que eran ahogados por los labios contrarios. Pero querían sentirse más cerca.

Minghao llevó su mano al bulto del mayor, comenzando a frotarlo por sobre la ropa, despertando en Jun, la necesidad de deshacerse pronto de su ropa interior porque su erección ya dolía y la estimulación de parte del otro no ayudaba.

El castaño llevó al azabache a la cama y se situó sobre él, manteniendo su peso con sus brazos para no aplastarlo. Con sus frías manos comenzó a quitar las prendas del menor, con pequeños roces intencionales que le producían escalofríos leves. Repartió besos y mordidas desde su mandíbula hasta su clavícula, mientras que con su mano libre recorría su silueta. Mierda... Estaba encantado con el menor, su cuerpo era perfecto.

Minghao sentía que el toque del otro quemaba sobre su piel, deseaba estar así todo el tiempo que pudiera pero sintió una mano traviesa colarse al interior de sus muslos.

Sin darnos cuenta | JunHaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora