Mirror

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Joshua se removió en la cama molesto, no le gustaban las cosquillas.

Giró hacia la derecha y hacia la izquierda, pero esa sensación no se iba.

Abrió los ojos sorprendido al darse cuenta de lo que estaba pasando: Unas manos estaban acariciando su pecho y su ingle de una manera muy sensual. Pero él estaba solo.

No había nadie más que él en su casa y él tenía la única copia de la llave, sin contar que no había dejado entrar a nadie y no había bebido.

Estiró sus brazos para comprobar si había alguien, pero no, no había nada ni nadie a su alrededor, pero aun así notaba esas manos acariciar su piel.
Nada le estaba acariciando, pero él sentía las caricias y podía reconocer el tacto de las manos.

Una de ellas bajó más allá de su entrepierna y comenzó a masturbar suavemente su miembro al mismo tiempo que sentía una ligera presión en sus pezones.

-No...

Nunca nadie le había tocado los pezones, no sabía que eso podía sentirse tan bien.

Aún estaba preocupado, pero de alguna manera todo eso se sentía bien. Su miembro estaba reaccionando a las suaves caricias y sus pezones se estaban poniendo duros.

Se quitó la ropa y la lanzó lejos, ya que no podía hacer nada al menos pasaría un buen rato.

La mano en su miembro aumentó el ritmo y Joshua no pudo evitar gemir. Sus caderas se movían para conseguir más, pero no servía de nada, no había nada sobre lo que moverse para conseguir más, así que él mismo agarró su miembro y comenzó a masturbarse al mismo ritmo que la mano.

El presemen cubrió rápidamente su miembro y lo hizo más resbaladizo. Le encantaba esa sensación, la humedad en su piel intensificaba el placer que obtenía con su propia mano y se sumaba a la mano misteriosa que ahora estaba jugando con su punta.

Con su otra mano decidió darse placer a sí mismo en el pezón que las manos dejaban libre. Ahora que había descubierto cómo de placentero era eso lo iba a aprovechar todo lo posible.

Inevitablemente comenzó a jadear y gemir. Tantas sensaciones eran demasiado.

Justo cuando estaba a punto de llegar al clímax notó como las otras manos paraban y dejaban de tocarle. Sorprendido y algo disgustado, paró de tocarse a sí mismo y miró su cuerpo, esperando que pasara algo, pero no podía ver nada, todo estaba demasiado oscuro.

Se levantó, encendió la luz y miró su cuerpo en el enorme espejo que había en su habitación a un lado de la cama.
Abrió los ojos sorprendido. El espejo no le reflejaba a él sino a un chico que estaba sentado en su lugar, abierto de piernas, untándose los dedos con lubricante.

-Q...¿qué?¿Quién?

Mirror [JiJi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora