A Tu Lado

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Todos se encontraban callados, después de todo Colín Bourgeois se le acaba de declarar enfrente de toda su clase.
Todos miraban a Adriana con curiosidad sobre que le respondería al niño mimado de parís.

- Por favor Colín deja de jugar- hablo la rubia mientras se cruzaba de brazos, mientras lo miraba con desagrado a su "amigo" que tenía enfrente de ella.

-Yo  no estoy jugando Andri- salió su voz con fluidez, sin una pizca de duda, no pasó desapercibido de cómo Adriana lo miraba-y mas tratándose de ti y te prometo no volver a molestarte con esto, así que por favor escúchame.

Adriana lo miraba con burla, el pensaba que con cambiar un poco su actitud en pocos meses, nunca cambiaria el hecho de que  herio a sus amigos y más en especial a Mario.

Sabía que Colín es uno de los chicos mas guapo de su colegio, que casi la mayoría de las chicas morían por estar con él, un claro ejemplo era kya la líder de porristas del instituto. Aunque su encanto de Colín se le quitaba con su actitud engreída y arrogante, haciendo que cualquiera evitará cualquier tipo de contacto con el.
Aparte  ellos dos eran amigos desde que tenían 5 años, al cual se había enamorado, pero se dio cuenta que ese niño amable, valiente, caballeroso, su "príncipe", ya no existía.

Desde que entró al instituto conoció la verdadera "personalidad" del rubio, engreído, arrogante,mimado,otro parásito de la sociedad, entre más que no quiere recordar.

-yo te amo Adriana- habló Colín sacándola de sus pensamientos- se que tal vez mi actitud no sea tanto de tu agrado, pero te lo prometo que cambiare, si solo tu...

El rubio se vio interrumpido por una risa proveniente de su compañera que tenía delante de él, su mirada que le dirigió era de total confusión y tristeza

-Para, Solo me avergüenzas Colín, en verdad pensaste que yo te iba aceptar-hablo Adriana cruzándose de brazos y mirándolo de una forma altanera y burla-eres una persona mala y eso es por decir poco-todos su compañeros de salón se podía ver sus rostros de satisfacción, ya que por fin alguien le deba su merecido a Colín y quien mejor si era su "amiga y enamorada" quien lo haría.

- yo jamas saldría con alguien como tu, en verdad pensaste que esas promesas que nos hicimos de niños se harían realidad- a Colín le dolían las palabras, eran como una estaca al corazón pero aún así semantenía con la cabeza en alto después de todo no quería darle más la satisfacción a sus compañeros de verlo humillado-y aparte no lo sabías-su risa resonó haciendo eco en el salón-claro es obvio, no lo sabias- habló mientras le daba la espalda y caminaba lentamente hacia donde se encontraba el franco-chino, paso uno unas de sus manos por los hombros de Mario, acercando lentamente hacia su rostro, mientras miraba de reojo a Colín para comprobar que la observaba y en efecto, el no había despegado la mirada de ella, mientras se podía ver su rostro sin una expresión, pero ella sabía que realmente le estaba haciendo el suficiente daño y sin más sonrió satisfecha, había logrado su objetivo, para posterior besar de forma apasionada al franco-chino.

Luego de un rato se separó del franco-chino, mirándolo a los ojos y regalando le una de sus tiernas sonrisas , para posterior comprobar si su amigo seguía aún ahí y para su sorpresa él no se había movido.

-Mario es mi novio- finalizó para entrelazar sus mano con la de Mario mientras le daba una de sus sonrisas falsas
Todos felicitaron a la pareja ya que ellos tampoco se ha enterado hasta el momento.

-Ya veo, felicidades espero que la hagas feliz pana..Mario-corrigió, Colín miró hacia donde se encontraba su compañero que lo miraba de forma victoriosa, para después posar en Adriana y darle una de sus sonrisas mas dulces y sinceras- y gracias Adriana y como te dije ya no volveré a molestar, te lo prometo.