Replicaron las campanas en todo el pueblo, era un sonido hermoso, que cautivaba a cualquiera, una melodía dulce y alegre, pues al fin el reino de las sombras tenía un nuevo rey, este era Robin, Robin White, el joven y valiente rey, aunque de nacimiento era una dama, en este mundo era indiferente, una mujer podía ser rey y un varón reina.
La celebración era algo espectacular, todo mundo reía y felicitaba llevando regalos, de todos lados del reino, duques duquesas, personas de todas las clases sociales.
Aunque realmente al rey no le importaba mucho pues a honras de su coronación, también celebraban algo más los pobladores, y que era eso? , pues el derrocamiento del antiguo y tirano rey, pero … aún así el joven rey lamentaba esa coronación, pues su hermano el otro príncipe, kaoz White había desaparecido, se sospechaba murió en el incendio, o tal vez en el calor de la batalla, nada era realmente seguro, pero el rey lloraba en sus interiores la pérdida de su familia, su única familia, el pequeño kaoz.
Las horas pasaron y la celebración llegó a su fin, al caer la noche, el rey solo en ese gran castillo, caminaba por el pasillo, comenzando a derramar suaves y delicadas lágrimas, recargandose en una de las paredes, posó una mano sobre su rostro, sintiendo las lágrimas resbalar por sus mejillas, se sintió impotente por sus acciones y no haver salvado a kaoz.
Suavemente por los pasillos unos cascabeles se escuchaban a toda prisa, parecían buscar algo …, o más bien a alguien, hasta que le hayo; ese joven eh inexperto rey llorando en el suelo, le miró sin hacer ruido, este golpeó la pared con fuerza, haciendo saltar al fisgon quien no dudo en correr hasta el, tomar su mano y mirarle.
- Quien rayos eres!!
Vocifero al ver al intruso arrebatando su mano al contrario.
Mirando con cautela, midiendo sus palabras el intruso se paró y dio un paso atrás al contemplar que el rey tomó su espada para intimidar al contrario; haciendo una reverencia muy sutil le dirigió sus palabras con una voz muy serena
- Soy su más humilde Servidor, un pequeño bufón sin talento, quien a venido a dar le más color a su vida mi amado rey!
Con voz alegre y una rosa en mano se hacerco nuevamente al monarca.
- Callate y quedate ahí, no creas que confiare en alguien que oculta su rostro tras una máscara!
Replicó con ira, como si pensara que le jugaban una broma, pues no confiaba ya en nadie y comenzaba a crear paranoia.
- Oh! No, no, su majestad, no es para nada mi intención el hacer algo que usted no guste, pero mi rostro lo guardo bajo está máscara, así como mi cuerpo bajo estos ropajes por el simple echo de mi inevitable pasado.
- A que te refieres? Acaso son marcas lo que tratas de decir?
- Así es mi amado rey, oculto las cicatrices que me alejaron de quien amo
Mostraba esa serenidad tan única de su ser el rey, más el bufón ante el le intrigó al punto de querer saber más.
- Si quieres que te crea, mostrad tu piel, dejadme ver las marcas que ocultas
Desconfiado de quien se encontraba en frente le apuntó con la espada des envainada, mostrando no ser sólo palabras.
Ante esa acción, el bufón no quedó con más opción que retirar su camisa, cada botón de esta y tragar saliva al abrir y dejar deslizar por su piel aquella prenda, avergonzado por ello giro la mirada, intentando aminorar la vergüenza.
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cuento de reyes y reinas.
Fantasyalguna vez supiste de un bufón que se enamoró de su rey? O quizá que un bufón sea un príncipe? quizá si, pero tal vez esto solo es un cliché.