El día que conocí tus sentimientos

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Pov Camus

Era una tarde de verano común y corriente, yo salía de terminar mi entrenamiento en el santuario,al igual que mis demás compañeros,los caballeros dorados, era tarde, y ya estaba oscureciendo, yo caminaba por el bosque para llegar a mi cabaña, pero escuche un ruido que parecía venir de algún lugar dentro del bosque, pues el ruido parecía venir de una pequeña cabaña dentro del bosque, fui a investigar rápidamente qué sucedía, y escuche los gritos de un hombre.

¿por qué?, ¿por qué?,-gritaba una voz conocida

Cuando entré, dentro de la cabaña se encontraba Milo recostado en el sofá de la pequeña pero lujosa cabaña abrazando fuertemente una almohada, me acerqué a preguntarle ¿qué  sucedía? o si ¿podía ayudarle en algo?,

-no te preocupes, todo está bien, - respondió el escorpión.

- ¿y esos gritos que se escuchaban, porque eran? -

- eran porque no hay alguien que esté a mi lado, alguien que me haga sentir que soy especial, que soy único, que soy diferente en algo, y que puedo hacer feliz a alguien, por eso me lamentaba, pero ya no importa -

- Yo soy tu amigo, y puedo ayudarte en lo que me pidas, o en lo que necesites, incluso en esto que dices, si tu lo quieres, después de todo estamos para ayudarnos mutuamente, ¿qué dices? -

- ¿enserio?, ¿estás seguro de lo que me estás diciendo? - preguntó Milo demasiado serio a decir verdad. El solo mostraba esa faceta seria cuando algo importante ocurria, a decir verdad, eso es algo preocupante.

- claro que es enserio, te ayudaré en lo que me pidas o en lo que necesites, como cuando tú me ayudaste, después de perder a mis padres cuando teníamos 7 años, nunca olvidaré lo que hiciste por mí, y ahora es mi turno de ayudarte a ti en lo que necesites.

- enserio ¿todavía lo recuerdas?, Tu ayuda me será muy útil para curar el vacío que hay en mi interior y exterior -Milo me abrazó a de una forma algo extraña a mi parecer y me recostó sobre el piso besando mi cuello, aveces odio ser tan sensible joder, estó provocó que mis labios soltasen aquellos sonidos tan obscenos, llamados 'gemidos'. Joder en estos momentos no puedo hacer más que morirme de vergüenza, ¿Como es posible que no tenga el control de mí cuerpo en este tipo de 'asuntos'?

-Milo, ¿que pasá?, ¿por qué haces esto?- apuesto mi virginidad a que estoy tan rojo como un tomate-

- tu dijiste que me ayudarías en lo que necesité, y estó es lo que necesito, además no puedes decir que no te gusta lo que te estoy haciendo, sólo mirate, y escuchate.

Empujé a Milo para que se alejara de mi cuerpo y yo del suyo, y salí corriendo de la cabaña, en cuando llegué a mi cabaña, me metí a la ducha para darme un baño y así poder olvidar los besos y caricias que me proporcionó Milo, pero me dí cuenta de que no podía olvidar lo que Milo me hizo, porque yo tocaba placenteramente los lugares y partes de mi cuerpo que Milo tocó, acarició y besó, en ese momento, me pregunté a mi mismo ¿qué estoy haciendo?, ¿por qué hago estó? ¿a caso Milo tenía razón?, ¿y si me gustó lo que me hizo?, Eso es imposible, de ninguna manera, después de que me dije eso, me di cuenta de que había nacido un sentimiento dentro de mi, púes me había enamorado de Milo, corrección, al fin aceptaba que sentía algo más por el, y cada que pensaba en el mi cuerpo empezaba a hacer que deseara a Milo recordando lo que me había echo, donde me había tocado, dónde me había besado, y pensé en estar con él, pero me había tardado tanto en recordar y pensar, que salí de la ducha porque ya era muy noche, y al día siguiente tenía que ir a entrenar muy temprano, me vestí, me seque el cabello y me eche a mi cama a dormir, pero antes de quedarme dormido me pregunté ¿que tal si solo está jugando o bromeando conmigo?, pues Milo aveces puede ser un tanto infantil.

Al día siguiente, fui a entrenar, pero noté que Milo no había hido a entrenar, y le pregunté a Dohko y Aioros si no sabían la razón por la que Milo no había hido a entrenar, y ellos me informaron que a noche el llegó muy mal a Escorpio, llegó muy deprimido y triste, dijo que se sentía mal y no podía venir a entrenar, y en ese momento  pensé en sí acaso, ¿comprendí que no se trataba de una broma o de un juego?, ¿Milo hablaba enserio con lo de anoche?, pasó un rato y acabo el duró entrenamiento, pasaron tres días más, y Milo seguia faltando a entrenamiento, eso empezó a preocuparme, fui a buscarlo a la casa de Escorpio, pero no lo encontré, después fui a su cabaña, el estaba ahí, en mal estado, estaba con un rostro muy triste, apesar de estar dormido, y estaba aferrado a un oso de peluche, me acerqué a el,y con mi mano tomé su rostro, lo acerque al mío y comencé a besar sus suaves pero helados labios de forma suave y tranquila.
Continuará...
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PD:
Espero que les haya gustado, hice el fanfic de Milo x Camus porque muchas veces son la pareja favorita.

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